viernes, 2 de mayo de 2014

Aparece en EEUU un ‘bote fantasma’ del tsunami en Japón

Este bote hallado en las costas de Washington podría ser un residuo del
 tsunami  en Japón.  (Captura de video/KO
Cruzó un océano arrastrado por las corrientes y su travesía, que posiblemente comenzó en un momento de horror y desastre en Japón, duró años hasta culminar mucho después del otro lado del mundo, en las costas del estado de Washington.
Pero no se trata de un osado explorador o de una poderosa flota, sino de un pequeño bote, un fantasma, prácticamente un despojo que fue rescatado de las aguas cubierto casi en su totalidad por flora y fauna marina. Según el relato de la televisora KOMO, el bote sería uno de los muchos residuos provocados por el devastador tsunami de 2011 y que, por la furia de las corrientes, fue llevado desde las costas de Japón hasta las del Pacífico estadounidense, El bote, desde luego, evoca  el drama del tsunami en Japón y el poder tremendo de los elementos naturales, pero también fue un motivo de preocupación para autoridades y vecinos del estado de Washington. Según la KOMO al principio se temía que, más allá de la fascinación por la historia de ese bote, éste fuera una fuente de contaminación radioactiva o el portador de especies animales o vegetales nocivas para el ecosistema norteamericano.
Pero de acuerdo a una experta del Departamento de Ecología del gobierno del estado de Washington consultada por la televisora, esas posibilidades han sido ya descartadas luego de analizar el bote. Ciertamente está cubierto de múltiples y curiosos seres y es sabido que la radiación nuclear generada por la planta de Fukushima –que fue dañada por el terremoto y el tsunami de 2011 en Japón- se ha esparcido por el Océano Pacífico, llegando incluso a registrarse en cierto nivel en su lado americano. 
Pero el bote es seguro, no está radiactivo ni trae como pasajeros a crustáceos asiáticos capaces de aniquilar especies americanas. Queda así la fascinación por su viaje de miles de millas y el misterio de su procedencia, de sus tripulantes, de las vidas que pudo haber salvado o las que se perdieron en él en los instantes terribles del terremoto y el tsunami en Japón.
Según la KOMO, es posible que restos de ese desastre en Japón continúen llegando a las costas de Estados Unidos durante muchos años, aunque se ha descartado que este influjo de residuos sea mayúsculo. Pero es un fenómeno que existe y persistirá por un tiempo. Linda Mead, que fue una de las personas que encontraron el bote, dijo a la KOMO que ha visto arribar a las costas zapatos y muñecas, que ella presume fueron arrastrados a las playas de Washington desde Japón.

Son como fantasmas marinos que al cruzar medio mundo dan testimonio de uno de las mayores catástrofes contemporáneas.
(Yahoo noticias)

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