jueves, 22 de mayo de 2014

Tostadoras y cafeteras tendrán su propia red

La avalancha de dispositivos conectados hará necesaria una segunda red propia de baja velocidad
POR TOM SIMONITE TRADUCIDO POR LÍA MOYA

La red de SigFox, que está esperando el visto bueno final de los legisladores, cubrirá la península de San Francisco desde la punta urbana hasta la extensa región de Silicon Valley, 65 kilómetros más al sur. Será el primer sitio de Estados Unidos donde se despliegue una tecnología de red que ya cubre toda Francia, gran parte de Holanda y partes de Rusia y España. SigFox ha construido estas redes añadiendo sus propios equipos a las torres de antena móviles y de radio ya existentes. Entre sus clientes se cuentan la empresa de seguros francesa MAAF, que ofrece detectores de humo y movimiento que avisan a los propietarios de una casa con un mensaje de texto en su teléfono cuando se dispara un sensor o hay que cambiarle las pilas.

La red de Silicon Valley usará el espectro de 915 megahercios, que no tiene licencias y que habitualmente usan los teléfonos inalámbricos. Los objetos conectados a la red de SigFox pueden operar a una potencia muy baja, pero sólo podrán transmitir a 100 bits por segundo, una velocidad mil veces menor que las redes que sirven a los smartphones. Pero estas velocidades podrían ser suficientes para muchas aplicaciones.

Efectivamente, empresas fabricantes de semiconductores como Intel y Broadcom también están en la carrera por producir chips inalámbricos mucho más baratos, pequeños y que consuman muchísima menos energía. Varias han presentado estos "ordenadores en miniatura" en la Feria de Electrónica de Consumo de este año. "Han visto cómo el teléfono móvil se ha convertido en el teléfono inteligente, así que las empresas se preguntan: ¿Qué viene ahora?", Afirma el profesor de ingeniería de la Universidad de Michigan (EEUU) David Blaauw. Blaauw construye ordenadores inalámbricos milimétricos que cree que un día podrán enviar datos desde prácticamente cualquier parte, incluso desde dentro del tumor de un paciente.

Una estación base de SigFox puede servir a un radio de decenas de kilómetros en zonas rurales y de cinco kilómetros en áreas urbanas. Para conectarse a la red, un dispositivo necesitará un chip inalámbrico compatible qu cuesta de uno a dos dólares (de 0,7 a 1,5 euros) y los clientes pagarán alrededor de un dólar anual por los servicios para cada dispositivo.

Al empezar por la zona de la bahía de San Francisco (y con intención de expandirse después a nodos tecnológicos como Austin, Cambridge y Boulder), SigFox espera llamar la atención de una región en la que sólo el año pasado los inversores de capital riesgo invirtieron casi mil millones de dólares (casi 730 millones de euros) en start-ups centradas en el internet de las cosas, según la empresa de investigación CB Insights. Una de esasstart-up, Whistle, hace un collar de seguimiento de la actividad física para perros. Ha recaudado 6 millones de dólares (unos 4,4 millones de euros) y está localizada en un rincón de San Francisco que se conoce como “IoT Town” debido a la profusión de empresas parecidas.

El director ejecutivo de Whistle, Ben Jacobs, explica que el collar se comunica mediante Bluetooth con un teléfono o a través de un router wifi doméstico. Y sostiene que contar con una conexión constante en cualquier lugar de la ciudad permitiría a Whistle ofrecer otros servicios, por ejemplo una baliza de localización para mascotas perdidas. Ahora mismo eso aún no se puede hacer, dado que añadir una conexión de teléfono móvil convencional al collar lo encarecería demasiado.

SigFox tiene prisa por instalar su red antes de que llegue la competencia. Uno de los socios principales de la consultoría sobre tecnología inalámbrica Mobius Consulting, Jacob Sharony, afirma que las grandes empresas inalámbricas también andan preparando redes sólo para las máquinas y que las suyas pueden funcionar a velocidades mucho mayores. Un nuevo estándar wifi de largo alcance y bajo consumo que cuenta con el respaldo de algunas empresas importantes de Estados unidos, entre ellas Qualcomm, podría llegar al mercado en 2016. "Probablemente sea uno de los principales contendientes, aunque llegue algo tarde a la partida", afirma Sharony. (MIT)

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