La reproducción e impresión en tres dimensiones de la columna vertebral de Ricardo III, rey de Inglaterra desde 1483 a 1485, muestra que no era tan chepudo como lo describía Shakespeare en su obra. El hallazgo confirma su escoliosis pero apunta que tenía una curva ‘bien equilibrada’.
El ‘jorobado y cruel’ personaje de Shakespeare Ricardo III, basado en el monarca del mismo nombre que reinó en Inglaterra en el siglo XV, padecía escoliosis –desviación o curvatura de la columna vertebral– pero sin llegar a tener la distintiva corcova o ‘chepa’.
Investigadores de la Universidad de Leicester (Reino Unido) han observado, mediante técnicas de representación 3D, la forma exacta de su columna vertebral. Los resultados han sido publicados en el último número de la revistaThe Lancet.
“Nuestro principal hallazgo ha sido reconstruir la naturaleza tridimensional de su escoliosis y entender cuál era su aspecto”, sostiene Jo Appleby, líder de la investigación en la universidad inglesa.
La visualización muestra cómo la espina dorsal del soberano tenía una curva hacia la derecha, y además, contaba con un grado de torsión, lo que explica la forma en ‘espiral’ de su columna. Por todo ello, los científicos creen que Ricardo III habría sido un hombre con el hombro derecho más alzado que el izquierdo y con un torso corto en relación con sus brazos y piernas.
Sin embargo –añade el estudio–, disfrutaba de una curva ‘bien equilibrada’, por lo que su cabeza y cuello no se inclinaban. En consecuencia, su deformidad no habría sido tan visible para sus contemporáneos, sobre todo con la ropa o armadura adecuadas.
Además, su ángulo de Cobb –una medida utilizada para evaluar el grado de deformidad de la columna de los pacientes con escoliosis– era de 65-85 grados. Según los investigadores, actualmente se trata de una curvatura grande y muchos pacientes se someten a operaciones de cirugía para estabilizarla.
Las imágenes 3D también han evidenciado que su escoliosis habría empezado a desarrollarse durante sus últimos años de crecimiento. Ricardo III hubiera alcanzado los 173 cm –estatura media de la época medieval– sin la escoliosis, varios centímetros más que su medida real.
El trabajo tras las excavaciones
"El esqueleto se encontraba aplastado bajo tierra. Por eso, al principio tuvimos una idea general del aspecto lateral de la curva, pero éramos incapaces de precisar el aspecto en espiral de su condición”, señala Appleby.
Durante los análisis, la columna fue escaneada mediante una técnica llamada tomografía computarizada, gracias a la cual se reconstruyeron, mediante un modelo digital, imágenes 3D de cada uno de los huesos.
Además, el equipo utilizó una impresora 3D para crear réplicas de polímero de cada vértebra. Estas fueron colocadas juntas para recrear la forma de la columna vertebral del soberano en vida.
La reproducción de polímero fue fotografiada desde 19 puntos diferentes, y las imágenes se unificaron digitalmente para crear el modelo 3D interactivo.
Referencia bibliográfica: Jo Appleby, Piers D Mitchell, Claire Robinson, Alison Brough, Guy Rutty, Russell A Harris, David Thompson, Bruno Morgan. ”The scoliosis of Richard III, last Plantagenet King of England: diagnosis and clinical significance”. The Lancet. Mayo de 2014.
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