viernes, 8 de agosto de 2014

¿Se ha sobreestimado la expansión del hielo antártico?

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Hielo marino antártico. (Foto: Michael Van Woert, NOAA NESDIS, ORA)
Las conclusiones de un nuevo estudio podrían dar un giro drástico en las interpretaciones que se han venido haciendo de un aparente enigma del calentamiento global, un enigma al que los escépticos de este fenómeno o de su origen mayormente antropogénico han recurrido a menudo como argumento.

El hielo del Océano Ártico se está perdiendo a una velocidad dramática. En cambio, las observaciones satelitales sugieren que la cubierta de hielo antártico se está expandiendo, aunque a una velocidad moderada, y ha alcanzado récords de máxima extensión en años recientes. La causa de que la cubierta de hielo marino del Hemisferio Sur aumente en un mundo que se está calentando ha desconcertado a los científicos desde que se observó por primera vez esta rara tendencia. También les ha servido a los escépticos del calentamiento global como argumento a favor de la idea de que la existencia de tal calentamiento, al menos en términos antropogénicos, es cuestionable. Ahora, un equipo de investigadores ha sugerido que la mayor parte de la supuesta expansión medida puede deberse a un error, que ha pasado desapercibido hasta ahora, en los métodos de procesamiento de los datos satelitales.

La nueva investigación, llevada a cabo por el equipo de Ian Eisenman y Joel R. Norris, del Instituto Scripps de Oceanografía, adscrito a la Universidad de California en San Diego, así como Walter Meier, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, en Greenbelt, Maryland, todas estas instituciones en Estados Unidos, sugiere que el hielo marino antártico no se está expandiendo tanto como se pensaba previamente. La mayor parte de la expansión estimada podría deberse a un error de procesamiento de los datos satelitales, como hemos dicho.

Esto, del modo planteado en el nuevo estudio, implica que las tendencias del hielo marino antártico descritas en los informes de evaluación de 2007 y 2013 confeccionados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) no pueden ser ambos correctos. Lo descubierto por Eisenman y sus colegas muestra que los datos usados en uno de los dos informes contiene un error significativo. Los autores del nuevo y polémico estudio todavía no han podido identificar cuál de los dos es el que contiene el error o errores.

Nutriéndose de la literatura científica de cada época, el informe de evaluación del IPCC en 2007 reportó que la cubierta de hielo marino antártico permaneció más o menos igual en extensión máxima entre 1979 y 2005. Por otro lado, la literatura científica posterior, y el informe de evaluación de 2013 del IPCC, indican que, entre 1979 y 2012, la extensión del hielo marino del Hemisferio Sur aumentó a una tasa de aproximadamente 16.500 kilómetros cuadrados por año.

Sin embargo, cuando los autores del nuevo estudio examinaron minuciosamente los datos, encontraron incongruencias, y eso les ha hecho profundizar en la hipótesis de que hay un error o errores, hasta llegar a la citada conclusión.

La comunidad científica ha utilizado durante 35 años datos satelitales para medir la cubierta de hielo. Pero estos datos no han sido registrados con un solo instrumento y un solo satélite a lo largo de este período, sino que tienen múltiples procedencias. Lo que han hecho tradicionalmente los científicos ha sido tomar las mediciones que estaban disponibles de diversos instrumentos y diferentes satélites, y combinarlas, para obtener un conjunto global de datos. A tal fin, han usado uno de diversos algoritmos y han llevado a cabo una etapa adicional de postprocesamiento hasta llegar a la estimación de la extensión de la cubierta de hielo a partir de estos datos combinados y procesados.

Eisenman y sus colaboradores compararon dos conjuntos de datos de mediciones de hielo marino. El conjunto más reciente de datos, que constituyó la fuente de referencia de las conclusiones del Informe de Evaluación de 2013 del IPCC, se generó usando una versión de uno de esos algoritmos, el conocido como Bootstrap, modificado por última vez en 2007, mientras que el otro conjunto de datos, usado en los cálculos para el informe de 2007, es el resultado de una versión más vieja del mismo algoritmo.

Los investigadores encontraron una diferencia entre los dos conjuntos de datos, relacionada con una transición en diciembre de 1991 en sensores de satélite utilizados, y en la manera en que eran calibrados los datos recogidos con ambos instrumentos. Eisenman y sus colaboradores sospechan que para uno de los registros se hizo incorrectamente esta calibración, introduciendo un cambio notable en diciembre de 1991, lo bastante grande como para tener una influencia notable en la tendencia a largo plazo. (NCYT)

Los resultados de la investigación se han publicado en la revista académica The Cryosphere, editada por la EGU (European Geosciences Union).

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