domingo, 14 de julio de 2013

"Cachi" Gutiérrez en Morón

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Nos acercamos rápidamente a las elecciones, el próximo mes con las PASO o primarias es decir los argentinos deberemos decidir quienes serán los que representarán dentro de los partidos políticos, a quienes presentarán sus candidaturas de manera definitiva para las próximas elecciones nacionales.

Son elecciones de medio término, lo que se renueva son cargos legislativos, para ser mas precisos concejales, diputados provinciales y nacionales, senadores provinciales y nacionales, según y donde corresponda, según la provincia y su proporcionalidad.

Por ello si usted piensa que con esta elección se cambiará el modelo, o el gobierno será más débil (que sería muy malo para la república y sus ciudadanos, la historia nos lo enseña) creo en lo personal que no serán así las cosas. Como en el 2009, es olo una cuestión de gobernabilidad y acción democrática, no por ello menos trascendente como es todo acto de demostración de la voluntad popular, mediante el voto.

Asusta los niveles de violencia, mal gusto, y ordinariez de algunos sectores de nuestra sociedad, muchas veces en sectores sociales que por su impronta, deberían cuidar (aunque más no fuera por cierto decoro) las formas, los modos de establecer diferencias unos de otros.

El insultar, putear, descalificar de manera soez y muy enconada y violenta parece estar de moda, desastrosa muestra sobre la condición espiritual y social de quienes suscriben cotidianamente esa actitud. Por otra parte esas conductas nos muestran el vacío respecto a lo que verdaderamente debe propiciar una elección, el intercambio de ideas, la discusión de proyectos, el acuerdo sobre reglas del juego.

Todavía estamos a tiempo, es fundamental y urgente restablecer un diálogo, que nos permita recorrer este sendero con otro tipo de modos, que puedan permitirnos avizorar un futuro promisorio.

Son tiempos de reforzar lo obtenido y mejorar lo que falta, para ello es preciso acordar, discutir, con pasión y fuerza, nada lo impide, pero respetando al otro, que no es nada menos que un compatriota, un argentino.

Tal vez señalarlo enfurezca a algunos, sobre todo a los profetas del odio, a los "mal entretenidos", como se dice en el campo, a todos los que prefieren los gritos y las descalificaciones, a la discusión seria y productiva, como si esos modos fueran más importantes que los contenidos. Sepan que estan errados, enfermos, de odio y resentimiento, y que ello ha marcado siempre la autodestrucción del sujeto que así siente y procede.

Probablemente les importe un pito lo que aquí escribimos, pero desde este lugar no nos vamos a correr, creemos en una sociedad justa y equilibrada, que sin dudas exigirá sacrificios, acuerdos, nuevas improntas, sentimientos e inteligencia.

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