Los efectos del calentamiento global en los alimentos son poco conocidos, a pesar del interés que pueden tener. Ahora, los registros de los atributos de las manzanas recogidos desde 1970 en dos huertos de Japón revelan que cada vez son menos ácidas y firmes, y su corazón se ha hecho más acuoso.
El fósil de una nueva especie de mamífero, denominado Rugosodon eurasiaticus, que tendría el aspecto de una pequeña rata o una ardilla, representa según los expertos el antepasado más antiguo del grupo de los multituberculados, que vivieron en la Tierra hace 100 millones de años antes de que los roedores más modernos los sustituyeran.
Investigadores de la Academia China de Ciencias Geológicas y el Museo de Historia Natural, ambos en Pekín (China), en colaboración con la Universidad de Chicago y el Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh (EEUU), han llevado a cabo este hallazgo y el análisis de los restos.
El orden de los multituberculados floreció durante la era del Cretácico, que terminó hace más de 60 millones de años. Se les conoce como los mamíferos evolutivamente más exitosos en el registro fósil de la Tierra y, al igual que los roedores actuales, llenaron una amplia variedad de nichos: vivían bajo el suelo, en el suelo y en los árboles. Sobrevivieron a la extinción masiva del Cretácico-Terciario que acabó con la mayor parte de los dinosaurios. SINC
Hasta su extinción, la mayoría de los multituberculados desarrollaron dientes que les permitieron disfrutar dietas vegetarianas, y poseían habilidades locomotoras únicas para trepar con facilidad a las copas de los árboles.
“Este nuevo fósil R. eurasiaticus sería el más antiguo ancestro del árbol genealógico de los multituberculados, sin embargo, tenía dientes adaptados para roer plantas y animales por igual”, afirma Chong-Xi Yuan investigador de la Academia China de Ciencias Geológicas en Pekín, que junto a su equipo analizó los restos fósiles.
A pesar del hecho de que pertenece a una especie muy temprana y probablemente vivía en el suelo, tenía muy buena rotación en las articulaciones del tobillo, una función que se reserva normalmente para las criaturas arborícolas.
Según sus hallazgos, los investigadores sugieren que R. eurasiaticus allanó el camino a los mamíferos vegetarianos posteriores, así como a los diversos roedores que finalmente aparecieron en el planeta. “Las adaptaciones de los dientes y el tobillo de este fósil debieron haber surgido muy temprano en la evolución de los multituberculados”, concluyen los científicos.
Referencia bibliográfica: C.-X. Yuan Ji, Q.-J. Meng, A.R. Tabrum, Z.-X. Luo. "Earliest Evolution of Multituberculate Mammals Revealed by a New Jurassic Fossil", Science 341: 779 - 783, 16 de agosto de 2013.
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