Los procedimientos se realizaron por orden del Juzgado Federal Criminal y Correccional Nº 5. Los allanamientos se llevaron a cabo en las firmas involucradas y los domicilios de los responsables, representantes, contadores y personas autorizadas a operar.
La fuga se realizó a través del contado con liqui, que es una operación bursátil lícita, que consiste en la compra con pesos en el mercado local de activos que cotizan en el exterior, para luego venderlos en esas plazas y depositar el dinero en cuentas bancarias del exterior, que quedan fuera del alcance del fisco nacional.
Los reales beneficiarios económicos entregaban cheques a Epsilon, que luego eran sellados por el agente de bolsa bajo la denominación de las firmas pantalla. Los cheques eran depositados en las cuentas de Epsilon para la compra de títulos públicos. Esos activos se vendían a los pocos días a través de un agente en el exterior que deposita los dólares obtenidos en una cuenta bancaria fuera del país.
Entre los clientes de la Sociedad de Bolsa Epsilon se detectaron cooperativas que no poseen autorización para funcionar, sociedades comerciales que no realizan ningún tipo de de actividad, que no poseen capacidad económica o patrimonio como así tampoco pagan impuestos y declaran empleados a su cargo, pero que al mismo tiempo realizaron transferencias millonarias de divisas. Se tratade flujos marginales de dinero no declarados al fisco nacional.
Unas de los principales clientes de Epsilon es una empresa dedicada a la venta de facturas apócrifas en el mercado local con el objetivo de facilitar la evasión de otros contribuyentes. En otros casos, los comitentes de la Sociedad de Bolsa, son sociedades a modo de prestanombres para facilitar la fuga de divisas ocultando a los verdaderos dueños del dinero.
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