Un investigador de la Universidad Wake Forest ha desarrollado un nuevo tejido que utiliza nanotubos de carbono, que es capaz de convertir el calor y el movimiento en electricidad.
Las personas que viven con ciertas condiciones médicas que dependen de los productos sanitarios que monitorean síntomas, realizan diagnósticos, e incluso proporcionan el tratamiento, algunos de los cuales se llevan en el cuerpo.
El material ligero se puede envolver alrededor de las superficies o incluso ser cosido en la ropa, lo que podría proporcionar potencia constante para los pacientes con dispositivos médicos.
El material también podría utilizarse para monitorear pasivamente la información vital del usuario, que puede arrojar ofrecen una idea de los síntomas que una persona puede estar experimentando o una lesión que puedan tener. Debido a que el material toma la energía del cuerpo, elimina la necesidad de baterías pesadas, reduciendo la huella de los dispositivos médicos portátiles y hacerlas más fáciles de integrar en la vida cotidiana del paciente.
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