Un paper publicado por la revista Nature Geoscience, reporta que terremotos de magnitud superior a los 7 grados Richter han causado cambios en el desierto chileno de Atacama. "Es uno de los pocos lugares del oeste de Sudamérica que no ha tenido un gran terremoto en los últimos 100 años y entonces hay una gran probabilidad de que ocurra un gran terremoto", explicó el geólogo estructural Richard Allmendinger, de la Cornell University.
Los terremotos pueden dañar de forma permanente la corteza terrestre, asegura geólogo norteamericano. Investigadores trabajaron en el Desierto de Atacama y desafían la teoría de la "elasticidad" de los terremotos además, confirman teoría del silencio sísmico en Tarapacá.
Estudios realizados en el Desierto de Atacama dieron origen a una nueva y desafiante teoría: que los terremotos pueden dañar permanentemente la corteza terrestre, poniendo en duda la teoría de la "elasticidad de los terremotos" que sostiene que el daño causado por los grandes sismos se repara con el tiempo.
En un paper publicado por la revista Nature Geoscience, se reporta que terremotos de magnitud superior a los 7 grados Richter han causado cambios en el desierto chileno. Los investigadores creen que los modelos actuales que se usan para explicar cómo ocurren los terremotos deben ser reestudiados para adaptarse a los descubrimientos más recientes.
El geólogo estructural Richard Allmendinger, de la Cornell University, junto a su equipo de investigadores, viajaron a la zona del Norte Grande, en Chile, para estudiar otros elementos, pero "mientras estábamos ahí, nuestro colega el académico Gabriel González de la Universidad Católica del Norte, nos llevó a un lugar donde estas grietas (causadas por terremotos) estaban particularmente expuestas", dijo Allmendinger a la revista OurAmazingPlanet.
"Aún recuerdo haberme sentido impresionado, nunca había visto nada parecido en mis 40 años como geólogo, quedé perplejo", agregó. "¿Qué eran esas formaciones y cómo se crearon? Los científicos odian quedarse con la interrogante, así que me quedó dando vueltas".
La región se ve permanentemente azotada por temblores de gran magnitud, probablemente desde hace millones de años. Según el geólogo es posible obtener un registro de los terremotos en las rocas, y eso les permitió examinar su comportamiento promedio en un largo periodo de tiempo, lo que facilitó el poder generar patrones.
"Sólo en un lugar como el Desierto de Atacama se pueden observar las grietas provocadas por terremotos, en todos los demás lugares del planeta, los procesos de la superficie las borran en días o semanas, pero en Atacama, se preservan por millones de años", indicó el geólogo.
"Creemos que nuestros resultados se pueden aplicar a cualquier otro lugar, pero simplemente no se han conservado para el estudio como en el Desierto de Atacama", agregó.
Este trabajo cuestiona los modelos que los geofísicos que estudian los terremotos utilizan, asegura Allmendinger. "Sus modelos generalmente asumen que toda deformación de la superficie relacionada con el ciclo de los terremotos es elástica -que se recupera y vuelve como un elástico- y no permanente. Si algo de la deformación es permanente, entonces los modelos tendrán que ser repensados", indicó.
El estudio del geólogo Allmendinger arrojó también resultados preocupantes para la zona, ya que ratificó que existe un "silencio sísmico" en la zona de Tarapacá. "Es uno de los pocos lugares del oeste de Sudamérica que no ha tenido un gran terremoto en los últimos 100 años y entonces hay una gran probabilidad de que ocurra un gran terremoto en las próximas décadas. Podríamos poner a prueba nuestras predicciones sobre los terremotos, si el nuevo gran sismo en ese lugar ocurre en las próximas dos décadas".
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