martes, 28 de enero de 2014

Investigadores descubren un nuevo sentido del olfato en los humanos: Un sensor de grasa

De acuerdo a un estudio, las personas podrían reconocer los niveles de este componente en la comida, lo que explicaría un importante factor en la evolución humana.

Si vamos a un restaurant de comida rápida y pedimos un plato de pollo asado con papas fritas, ¿Reconoceríamos qué tantan grasa tiene? sí, tal vez por la vista, pero no es el único factor involucrado. Aunque habitualmente creemos que el sentido menos desarrollado en los humanos tiene que ver con el olfato esto podría ser distinto, según científicos del Centro de Investigación Monell de Química Sensorial, quienes demostraron que la nariz tiene la capacidad de diferenciar la cantidad de grasa incluida en un alimento.

En el estudio, 100 voluntarios tuvieron que olfatear el aroma de un grupo de muestras de leche, determinando la proporción de grasa incluida en cada uno de ellos. Así, se llegó a la conclusión que efectivamente, los seres humanos pueden captar niveles muy sutiles de grasa en la leche, aún cuando se agregan aromas artificiales. Asimismo, esta capacidad es independiente si los voluntarios son consumidores habituales de lácteos, lo que desestima cualquier habilidad previa, por lo que también se incluyen a los carnívoros y veganos.

De acuerdo a la investigación, esta capacidad habría servido como factor evolutivo, ya que desde tempranas época el hombre pudo detectar la comida con más calorías para sobrevivir.
El paso restante, es conocer qué sustancias son las que ayudan a las personas a determinar este factor, y por qué algunas son más proclives a elegir la grasa aún cuando no la necesitan.

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