La combinación de colores que se observen en un planeta extrasolar permitirá conocer su estado evolutivo, si tiene continentes y si éstos están poblados por plantas multicelulares como las actuales, por líquenes o por bacterias púrpura, ha dicho a Efe el astrónomo Enric Pallé, del Instituto de Astrofísica de Canarias.
Enric Pallé explicó que esa es la conclusión a la que se ha llegado en la tesis que ha dirigido a Esther Sanromá, cuyo trabajo se ha centrado en simular cómo se vería la Tierra desde el espacio hace 3.800 millones de años.
Según este investigador, parece claro que si un extraterrestre hubiera observado la Tierra hace 3.000 millones de años hubiese visto un planeta azul, pero también rosa, una combinación de los colores del cielo y de las bacterias púrpura. SINC
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