Los gobernantes, en general, miran su ombligo solamente, y por eso pretenden desconocer el impacto climático de las decisiones de muchos empresarios cuya avaricia tampoco les peremite contemplar más allá de sus bonus anuales. Ese es el motivo por el que resulta tan importante la existencia de organizaciones no gubernamentales que realizan acciones de concientización de la opinión pública y que obliguen a los responsables del deterioro climático a rectificar algunos de sus muchísimos errores (por eso es válida la acción de Greenpeace en el Ártico, aunque le moleste a Vladimir Putin y su empresa Gazprom, además de Shell). Gobernantes irresponsables y empresarios codiciosos coinciden en afirmar que el cambio climático es parte de un ciclo de la Naturaleza, y no es cierto. Es el hombre, con sus decisiones equivocadas, quien está modificando el clima, y eso es lo que acaba de corroborar el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas.
El informe destaca además algunas conclusiones importantes que se extraen del análisis de casi 10.000 publicaciones científicas producidas en los últimos 6 años: el aumento del nivel del mar se ha acelerado, la tasa de deshielo del Ártico se ha duplicado, los glaciares y los casquetes polares se funden a una velocidad mayor y los océanos se están acidificando.
El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, presentó en Estocolmo (Suecia), después de 6 años de investigaciones científicas y de 4 años de trabajo para la elaboración de este documento, datos nuevos importantes que incrementan la probabilidad de que el cambio climático sea fundamentalmente un problema de origen humano al 95%, con respecto al estudio anterior de 2007 que establecía una probabilidad del 90%.
Además, los científicos convocados por la ONU predicen un aumento de olas de calor, sequías, inundaciones e incrementos del nivel del mar si no se toman medidas eficaces para reducir las emisiones de los gases contaminantes que provocan el efecto invernadero.
En concreto, según los expertos del IPCC, el nivel del mar podría subir entre 26 y 82 centímetros a finales de siglo, una horquilla mayor que la apuntada en 2007, cuando se hablaba de una subida de entre 18 y 59 centímetros.
El informe considera que una reducción rápida de los gases de efecto invernadero ayudará al mundo a evitar lo peor del cambio climático, pero sin unas estrategias de mitigación agresivas, la temperatura global subirá y probablemente superará los 2ºC de aumento en 2100.
"Lo que hace este informe es revisar cuánto más se sabe sobre el cambio climático desde 2007. Ahora hay más evidencias y esas evidencias son más robustas, o el nivel de confianza que se les puede asignar en términos de probabilidad es mayor", asegura Fidel González Rouco, investigador del Instituto de Geociencias del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid y uno de los tres científicos españoles que han participado en el informe del Primer Grupo de Trabajo (los resultados de los grupos II y III se presentarán en 2014).
El informe destaca además algunas conclusiones importantes que se extraen del análisis de casi 10.000 publicaciones científicas producidas en los últimos 6 años: el aumento del nivel del mar se ha acelerado, la tasa de deshielo del Ártico se ha duplicado, los glaciares y los casquetes polares se funden a una velocidad mayor y los océanos se están acidificando.
"Nuestra evaluación se basa en millones de mediciones que permiten tener una visión imparcial sin precedentes del estado del sistema terrestre", asegura Thomas Stocker, uno de los copresidentes del Grupo de Trabajo I. "Hay billones de bytes de datos numéricos que forman la base científica necesaria para hacer las estimaciones de los posibles escenarios futuros de nuestro clima", afirma Stocker.
Una de las claves de este nuevo informe es que los modelos utilizados para hacer las proyecciones de escenarios futuros han cambiado, pertenecen a otra generación y contemplan muchas más variables. Lo que implica que los cálculos necesarios para obtener resultados son mucho más complejos y es preciso realizarlos con potentes superordenadores. "El esfuerzo computacional que se ha hecho para este informe ha sido mucho mayor que en 2007, porque la tecnología disponible ha avanzado muchísimo desde entonces", explica González Rouco. (U24)
No hay comentarios:
Publicar un comentario