martes, 15 de octubre de 2013
Mosquito fosilizado y con sangre dentro, pero sin Jurassic Park a la vista
La ciencia está de fiesta con el hallazgo de un mosquito fosilizado hace más de 46 millones de años que se conservó en tan buenas condiciones, que todavía tiene en su cuerpo las trazas de la sangre con las que se alimentó. Lo que sabemos por seguro es que no es de dinosaurio y que aunque lo fuera, no nos serviría de mucho para crear un Jurassic Park.
Un día la ficción se hizo realidad y de ahora en más yo voy a mirar muy preocupado los vasos de agua, tratando de detectar vibraciones que me anuncien la presencia inmediata de un T-Rex dispuesto a cenarme. Bueno, en realidad no. Puesto que aunque los científicos hayan encontrado unmosquito fosilizado hace más de 46 millones de años que todavía contiene sangre en “buen estado” dentro de su cuerpo, las chances que tenemos de reproducir Jurassic Park son nulas, por no decir imposible y cortarle el sueño a alguien de morir de una manera más cool.
Hace un tiempo armamos un artículo que hablaba sobre el error más grosero de la gloriosa Jurassic Park, en la que se decía que gracias a la sangre de un mosquito fosilizado hace 80 millones de años se había podido obtener ADN de los dinosaurios y con ello clonarlos. En el artículo explicábamos por qué esto no era posible, pero el enfoque estaba puesto en que la especie de mosquito (Toxorhynchites Rutilus) que se mencionaba en la película era… vegetariano. No sólo eso, sino que también era el único mosquito que no se alimenta de sangre. Sin embargo ahora el científico Dale Greenwalt del National Museum of Natural History en Washington confirmó que se encontró un mosquito fosilizado que contiene moléculas que evidencian la succión de sangre de estos insectos, algo que hasta el momento era una hipótesis. La curiosidad de los científicos también fue expresada al comentar que “el abdomen de un mosquito es como un globo a punto de estallar. Es muy frágil. Las chances de que se haya conservado luego de tantos millones de años son infinitesimales.”
Al contrario que la famosa especie equivocada citada en la película, este mosquito no fue encontrado en ámbar, sino en sedimentos de lutita. En el informe publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos indicaron que luego de 46 millones de años, el ADN se deteriora considerablemente ya que la vida útil promedio del mismo es de aproximadamente 521 años en las condiciones más ideales, por lo que más allá de los 6.8 millones de años todas las uniones del ADN deberían estar destruidas. Esto no implica que no hay rastros en forma de moléculas que puedan sobrevivir y en el mosquito en cuestión se han encontrado trazas de hierro y porfirina, elementos constituyentes de la hemoglobina.
Malas noticias, dinosauriófilos
Si bien hemos encontrado lo que (no) estábamos buscando para recrear el escenario, la sangre que pueda contener el mosquito podría ser de cualquier otra especie y no justamente de dinosaurios. Sobre todo cuando sabemos que los dinosaurios vivieron 40 millones de años antes que este mosquito en particular. Igualmente, imaginando que hubieran compartido época y que la última cena del mosquito hubiera sido un dinosaurio, las posibilidades reales de usar la información para crear nuevos dinosaurios no existirían, es que no hay forma alguna de que el ADN se conserve a un nivel en el que hoy pueda resultarnos útil para un experimento de tal calibre. A seguir soñando. Nature (Neoteno)
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