lunes, 28 de octubre de 2013

Mucho más de 460.000 personas murieron por causas atribuibles a la guerra de Irak


Investigadores internacionales cifran en cerca de medio millón las muertes provocadas por el conflicto armado en Irak entre los años 2003 y 2011. El ejército de coalición, liderado por EE UU, provocó el 35% de los fallecimientos, mientras que la milicia causó el 32% de las víctimas.

La guerra e invasión de Irak entre los años 2003 y 2011 causó hasta medio millón de muertes humanas. De estas víctimas, el 60% pereció por violencia directa derivada del conflicto y el 40% murió indirectamente como consecuencia del colapso del sistema sanitario, la falta de agua potable, la mala alimentación y los fallos en infraestructura y transporte, entre otros motivos.

Así lo estima un estudio del departamento de Salud Global de la Universidad de Washington publicado hoy en la revista PloS Medicine. Esta es la primera investigación que cubre los nueve años del conflicto, según indican los autores.

El ejército de coalición, encabezado por las tropas estadounidenses y británicas, provocó el 35% de los fallecimientos mientras que la milicia causó el 32%. Entre las víctimas relacionadas directamente con la violencia, el 62% se produjeron por disparos, el 12% por coches bomba y el 9% por explosiones.
El año 2006 fue el periodo en el que el riesgo de muerte era más alto, cuando se llegaron a triplicar las tasas de mortalidad en hombres y aumentaron hasta el 70% en mujeres.

"Los políticos, los gobiernos y el público necesitan mejores datos para conocer los efectos en la salud que provocan los conflictos armados", señala Amy Hagopian, profesor del Departamento de Salud Global de la Universidad de Washington y autor principal del estudio. "Sin esta información, es imposible evaluar el verdadero coste humano de la guerra", asegura.

El estudio, que se elaboró en colaboración con investigadores iraquíes y estadounidenses, se realizó mediante una encuesta en más de 2.000 hogares en todo Irak para obtener una muestra representativa sobre las defunciones de familiares desde 2001. A partir de los datos recogidos, se estimaron las tasas de mortalidad para los años anteriores al conflicto y desde el inicio y hasta el fin de la guerra e invasión en 2011.

Unas estimaciones controvertidas
Basándose en estas estimaciones, y con métodos estadísticos, los investigadores aseguran que la cifra final se sitúa en torno a 460.000 víctimas como consecuencia de la guerra y la posterior ocupación de Irak entre marzo de 2003 junio de 2011. En estos resultados se incluyeron más de 56.000 fallecidos que no habían sido contabilizados debido a las migraciones provocadas por el conflicto. Unas oleadas que llegaron a sumar más de dos millones de iraquíes desplazados.

Sin embargo, por las difíciles circunstancias en las que han sido recogidos los datos, las estimaciones llevan asociadas grandes incertidumbres. Según reconocen los propios autores, se han extrapolado resultados de una pequeña muestra representativa de hogares, se ha recurrido a la memoria de los encuestados sobre hechos acontecidos hasta diez años antes, y se han empleado registros de un censo obsoleto –el último censo de la población total en Irak se remonta a 1987–.

Por eso, para estimar la cifra de muertes en el país durante aquellos años, los investigadores recurrieron a métodos estadísticos que les permiten aseguran con un 95% de probabilidad que el número de muertos provocados por la guerra de Irak se encuentra entre 48.000 y 751.000 víctimas. El rango de incertidumbre es muy amplio. Por comparar, tres años después del terremoto de 2010 en Haití, la cifra de muertes se estima entre 46.000 y 316.000.

A pesar de eso, los autores aseguran que su trabajo aporta información valiosa en contraste con los trabajos publicados anteriormente, muy controvertidos y criticados por su metodología, tanto por científicos como por políticos. Solo cubrían hasta el año 2006 y mostraban unos resultados muy diversos, algunos con estimaciones muy superiores a los reflejados en este estudio.

Grandes razones
"Había dos grandes razones para realizar este trabajo: cubrir todo el período de la guerra y mejorar las bases establecidas por los estudios anteriores", indica Gilbert Burnham, profesor y codirector del Centro para los Refugiados y Respuesta a Desastres de la Universidad Johns Hopkins. "Al ampliar las fuentes de información que utilizamos y cubriendo toda la longitud del conflicto, este estudio proporciona una imagen más completa de la mortalidad durante la guerra de Irak”, insiste.

Los investigadores destacan que este estudio ha sido financiado con recursos internos de grupos de trabajo estadounidenses y canadienses y sin participación económica externa. Además, recalcan que ningún organismo de financiación ha tenido papel alguno en el diseño del estudio, la recogida, el análisis de datos o la preparación del artículo.

Referencia bibliográfica: Hagopian A, Flaxman AD, Takaro TK, Esa Al Shatari SA, Rajaratnam J, et al. (2013) Mortality in Iraq Associated with the 2003-2011 War and Occupation: Findings from a National Cluster Sample Survey by the University Collaborative Iraq Mortality Study. PLoS Med 10(10): e1001533. doi:10.1371/journal.pmed.1001533

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