Desde que IBM presentara el primer disco duro en 1956, esta tecnología ha aumentado su velocidad de acceso y capacidad, pero aún no es muy duradera. Se calcula que un disco duro convencional dura en torno a 10 años antes de empezar a degradarse. Un equipo de la Universidad de Twente, en Países Bajos, ha desarrollado un prototipo de disco duro cuya información podría durar un millón de años o más.
La idea detrás de este disco casi eterno es que, para que la información dure, cada una de sus unidades mínimas debe estar aislada del resto, y protegida mediante una barrera de algún tipo, como si creáramos compartimentos. El disco creado por los investigadores está labrado en tungsteno y recubierto de una capa de óxido de silicio.
El grupo de Twente, liderado por Jeroen de Vries, ha aplicado la relación empírica definida en laEcuación de Arrhenius para probar la resistencia del prototipo al paso del tiempo. Según esta ecuación, el equivalente a soportar el paso de un millón de años sería salir indemne de una temperatura de 171 grados centígrados.
El disco de estos investigadores no sólo ha superado la prueba, sino que ha empezado a perder información a los 574 grados. Su aplicación, eso sí, está más relacionada con guardar conocimientos para futuras generaciones que con cualquier aplicación doméstica. [arXiv víaTechnology Review]
No hay comentarios:
Publicar un comentario