miércoles, 25 de junio de 2014

Un atlas digital describe las primeras horas del desarrollo embrionario

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El desarrollo de nuevas tecnologías de la imagen, como la microscopía de fluorescencia multifotón y los protocolos de marcaje, como la hibridación in situ, ha permitido en los últimos años registrar las primeras fases en embriones de pez cebra, una especie modelo para estudiar el desarrollo de los vertebrados. Se trata así de resolver cómo se se forman los órganos durante el desarrollo embrionario, o cómo se agrupan las células para crear un corazón o un ojo si todas ellas son muy similares cuando se dividen desde el cigoto en los primeros momentos de la vida.

“Ahora disponemos de imágenes en las que la diferenciación genética se hace visible a nivel celular, lo que ofrece una oportunidad sin precedentes para solucionar estas incógnitas”, explica Carlos Castro-González, principal autor de un modelo computacional para seguir el desarrollo de las primeras etapas de la embriogénesis.

El trabajo se ha llevado a cabo en el Laboratorio de Tecnología de Imágenes Biomédicas de la UPM, con la participación de los investigadores Carlos Castro-González, Miguel A. Luengo Oroz, María J. Ledesma Carbayo y Andrés Santos, junto con un equipo de biólogos del CNRS de Francia, dirigidos por la investigadora Nadine Peyriéras.

“Sin embargo, estas técnicas tienen limitaciones y solo se pueden detectar e identificar un reducido número de expresiones genéticas cada vez. Por ello, se hacía necesario desarrollar herramientas computacionales que fueran capaces de combinar las diferentes imágenes adquiridas. Era la única forma posible de reunir toda la información que los biólogos necesitan para tratar de resolver el puzle”, señala el investigador.

Estas herramientas informáticas se han dado a conocer a la comunidad científica gracias a su publicación en la revista PLOS Computational Biology, una publicación abierta que promueve la investigación de primer nivel y el uso de sus hallazgos entre la comunidad investigadora.

El sistema ya se ha utilizado para cuantificar las diferencias que se producen en el desarrollo de diferentes individuos y para medir las características del perfil de expresión genética de las células que subyace en la gastrulación, la etapa del desarrollo embrionario que da lugar a la formación de las capas fundamentales del embrión, y que es decisivo para la formación de la médula espinal en los vertebrados.

“Se trata de una información muy relevante para comprobar el efecto de los nuevos medicamentos y sus potenciales aplicaciones en medicina regenerativa”, concluye el investigador. (Fuente: UPM)

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