Las células se estimulan dentro de un rango eléctrico que no les produce daños. (Foto: UN) |
Con el uso de campos eléctricos se busca aumentar la tasa de recuperación de tejidos y reducir los tiempos de curación de las heridas resultantes, por ejemplo, de un implante dental.
Un implante dental es una pieza de biomaterial que se inserta en el hueso de la mandíbula para reemplazar la raíz de un diente ausente.
Con el implante en el hueso se crea una zona de unión entre la superficie del biomaterial del implante y el hueso, denominada interfase hueso-implante dental. La formación de nueva matriz ósea en esta interfase crea una conexión firme y duradera entre el hueso y el implante, proceso denominado osteointegración.
“El campo eléctrico hace que el movimiento de las células sea mucho más acelerado y, al ser así, estas depositan mayor cantidad de matriz extracelular. Es así que hay más probabilidad de éxito en el implante”, explicó el profesor Diego Alexánder Garzón, integrante del Grupo de Modelado y Métodos Numéricos en Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
El experto desarrolla la investigación junto con científicos del Laboratorio de Biomiméticos del Departamento de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica y del Instituto de Biotecnología, también de la U.N.
Garzón asegura que su investigación es pionera en América Latina y proyecta hacer dispositivos que puedan hacer que el implante no solo sea estimulado eléctricamente sino con ultrasonido para que se aceleren los procesos.
“Lo que queremos es que en el futuro lleguemos a la posibilidad de hacer dispositivos que ayuden a que los implantes o las lesiones se curen mucho más rápido sin ser invasivos y sin necesidad de colocar más químicos allí”, aseguró.
Agregó que, incluso, se podría reducir el proceso de recuperación de meses a semanas en personas con osteoporosis. Además, se evitaría la muerte de las células y las deformidades en el hueso.
En cuanto a los posibles peligros que puede acarrear el hecho de estimular la célula con electricidad, comenta que se hace dentro de un rango que no permite que falle la membrana celular y se dañe la célula. Antes, por el contrario, este estímulo interno hace que la célula se polarice, lo que genera movimiento y, de esta manera, libera más matriz y proteínas.
De esta forma, el modelo propuesto puede ser un punto de partida para nuevos trabajos sobre los efectos eléctricos en el mantenimiento de los huesos. (Fuente: UN/DICYT)
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