Memoir recoge fotos y actualizaciones de las
redes sociales para presentártelas cuando
quizá quieras recordarlas.
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Memoir, para iPhone, almacena la información de tus redes sociales y tu actividad móvil y la transforma en recuerdos digitales en el momento y el lugar precisos
Durante cinco años, Lee Hoffman ha hecho un seguimiento obsesivo de toda su vida. Todo ha quedado registrado, desde sus estados de ánimo, pensamientos y actividades hasta con quién se encuentra y qué come.
Cuando analizó los datos del primer año no aprendió gran cosa, pero sí le pareció fascinante poder rememorar los detalles. Bajo la idea de que habría más gente a la que también le parecería interesante reflexionar sobre su vida, pero que no estaría dispuesta a hacer el mismo esfuerzo, ha creado una aplicación gratuita para iPhone llamada Memoir que hace la mayor parte del trabajo de forma automática, recordándote el pasado en formas que a veces parecen fortuitas.
Esta aplicación llega en un momento en el que recogemos cada vez más datos personales gracias a cada actualización en las redes sociales, los check-in de localización que hacen los teléfonos y la subida de fotos. Se trata de una pila de información que no hará más que crecer según vayamos usando más dispositivos móviles y tecnología portable, como los relojes inteligentes y Google Glass. Sin embargo, Hoffman sostiene que la mayoría de la gente no aprovecha esta información, así que Memoir, que se lanzó hace dos meses, lo hace por ti. Para ello, recolecta fotos de tu teléfono y tus redes sociales conectadas así como las actualizaciones de estado y los check-in de localización. Además, usa trucos ingeniosos para recordar antiguos recuerdos en función de dónde y con quién estés, y lo que estés haciendo.
En su encarnación más sencilla, la aplicación puede mostrarte un diario digital de lo que hacías ayer, hoy hace un año, hoy hace dos años, hoy hace tres años y así sucesivamente, parecida a una aplicación competidora pero más limitada llamadaTimehop. La aplicación también te permite hacer anotaciones en recuerdos antiguos; incluir nuevos recuerdos añadiendo una foto con una nota, información de localización y pensamientos adicionales, y buscar en el registro de recuerdos.
Sin embargo, más allá de eso, Memoir intenta devolverte recuerdos pasados cuando vuelves a sitios concretos y/o estás con personas determinadas, mandándote avisos y haciendo actualizaciones en tu feed de Memoir. Si vas a esquiar, podría, por ejemplo, recordarte una foto que tomaste la última vez que estuviste en las pistas. (Hace poco Timehop añadió una función de memoria basada en la localización llamada Nearby, pero el usuario debe solicitar ver el recuerdo correspondiente cada vez). La aplicación también fomenta la creación de recuerdos en colaboración, así que si tienes amigos en Facebook que la usen y tú estás sacando fotos en el mismo evento, la aplicación sugerirá que las compartáis.
Una vez que le has dado permiso para acceder a la información en tu teléfono y a tus redes sociales, Memoir recoge todas tus fotos conectadas, check-ins y otras señales sociales, agrupando la información que se solapa en forma de "recuerdos" independientes en sus servidores. Crea un "radio" de tiempo y localización para cada uno de tus eventos y los compara con los eventos de tus amigos para decidir si puede haber imágenes que compartir, explica Hoffman.
El profesor adjunto de psicología de la Universidad de Iowa State (EEUU) e investigador principal del Laboratorio de Memoria y Educación de la universidad, Jason Chan, afirma que Memoir y aplicaciones parecidas pueden tener más éxito a la hora de mantener el interés de los usuarios que un diario, por ejemplo, que exige un esfuerzo considerable, Aún así, le preocupa los potenciales problemas de seguridad y privacidad para aplicaciones que reúnen tantos datos personales en un mismo lugar.
Aunque para Hoffman las aplicaciones como Memoir no son sólo una diversión, también indican los primeros pasos hacia un futuro en el que registremos todo lo que hacemos y usemos ordenadores para ayudarnos a clasificar lo importante. Él ya lo hace hasta cierto punto: cuando llega al piso de un desconocido saca una foto del edificio y el número del portal, así la próxima vez que visita Memoir puede hacerle un recordatorio automático. "Según vayamos recibiendo más y más datos, los produzcamos nosotros u otros, será un sustituto/potenciador de la memoria", afirma.
Quizá algún día sea así, pero ese día aún puede tardar en llegar. He probado Memoir y descubierto que, principalmente, es una herramienta divertida para hacer un uso de todas las actualizaciones de estado que subo a las redes sociales y todas las fotos que saco pero no suelo volver a ver.
La mayoría de lo que yo pude ver era trivial: quejas sobre el tiempo en San Francisco (EEUU) y los precios inmobiliarios, una foto del gato siamés gruñón de mi tía en su fregadero, un listado de mi consumo de comida en Acción de Gracias en 2011. Admito que hasta los detalles menos importantes pueden despertar un cálido (o no tan cálido) recuerdo de lo que estaba sucediendo más allá de esa actualización o foto de Facebook. Sin embargo, el uso que hice de Memoir tuvo más que ver con su más por su aspecto azaroso de recordatorio de recuerdos, ya que su función de búsqueda no parecía funcionar tan bien.
Llegarán funciones más avanzadas a Memoir. Una cosa en la que se están centrando Hoffman y su cofundadora, Angela Kim, es en cómo recolectar y compartir recuerdos sin señales explícitas. "¿Puedo dejar mi teléfono en el bolsillo mientras busca sentido a mi vida y consigue recuerdos de forma colaborativa de la gente que me rodea?", se pregunta Hoffman.
No todos los recuerdos son buenos y, desde luego, hay algunos presentes en la red de los que estaría encantado de olvidarme. Sin embargo, para Hoffman, los beneficios superan a los contratiempos. "Si quieres borrar cosas, puedes hacerlo", explica. "Pero tienes las cosas chulas que antes no tenías". (by MIT)
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