martes, 3 de diciembre de 2013

Corazones de robots alimentados con orina humana

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Un grupo de investigadores ha construido el primer corazón artificial que funciona con pilas de combustible microbianas alimentadas con orina humana. Pero en lugar de ser utilizado como un dispositivo protésico para pacientes humanos que sufren de insuficiencia cardíaca, la bomba está destinada a ser utilizada en “EcoBots” que extraen energía de los residuos orgánicos y la convierten en electricidad. Bill Gates se interesó y colaborará en el proyecto.

Crecimos convencidos de que un robot nos serviría la cena, nos haría la cama y estaría disponible para nosotros las 24 horas, pero todavía seguimos esperando a que la tecnología y el mercado se aúnen para posibilitarlos ser tan perezosos como el futuro lo demanda. Mientras que a la robótica todavía le falta mucho como para estar a disposición de cualquier humano, cada avance se celebra de una forma especial. Incluso si ese avance tiene que ver con ciertos deshechos humanos. Así como lo adelantamos hace un tiempo, Investigadores británicos que trabajan en la Universidad del Oeste de Inglaterra y la Universidad de Bristol han inventado un robot con un corazón potenciado a través de orina humana. Ahora tenemos novedades sobre el mismo invento, además de unas imágenes de cómo va quedando el corazón a base de orina para robots.

Como hasta el momento los ecobots ya podían generar su propia energía en base a la descomposición de desechos en una pila de combustible microbiano, la mejora hacia la que orientaron su trabajo los científicos fue que la bomba funcione de forma muy similar a un corazón humano. Antes de comenzar, el cuerpo hueco del accionador se llena manualmente con el fluido, en este caso, los investigadores utilizaron agua u orina. A continuación, una corriente eléctrica se aplica a las fibras musculares artificial de NiTi. La corriente calienta las fibras y causa que se contraigan, lo que comprime el cuerpo hueco del accionador y empuja el líquido hacia fuera a través de un tubo de salida. Cuando se elimina la corriente eléctrica, los músculos artificiales se enfrían y se relajan, provocando que el cuerpo se expanda de nuevo.

Otra de las novedades de este corazón para robots es que la investigación del grupo en las células de combustible microbianas alimentadas con orina es uno de los muchos y diversos proyectos que reciben financiamiento de la Fundación Bill y Melinda Gates. Debido a que la capacidad de los EcoBot para convertir los residuos en electricidad es un concepto tan cautivador, los investigadores piensan que la bomba-corazón artificial podría ayudar a aumentar la conciencia pública de la investigación en robots inspirados en la biología y que a la vez sean funcionales a la ecología. El tema es fundamental, y nos interesa seguir ampliándolo cada vez que se actualice con más información sobre el mismo. Neoteo (Nico Varonas)

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