Knightscope es una pequeña startup con sede en Silicon Valley enfocada a los robots de seguridad. La compañía acaba de presentar públicamente su primera creación, un robot guardián llamado Knightscope K5. La máquina tiene un aspecto a medio camino entre un Dalek y R2-D2, y está pensada para tareas de vigilancia en instalaciones privadas o en la calle.
Herramientas para estudiar su entorno no le faltan. El K5 integra una cámara que graba en alta definición a 360 grados, micrófonos, cámara térmica y de infrarrojos, Radar, Lidar, sensores de infrarrojos que miden la distancia y velocidad de los objetos, sensores para detectar químicos en el aire, y por último pero no menos importante, un sistema de reconocimiento facial que también puede leer textos como matrículas. Toda esta batería de sensores es programable y modular.
Afortunadamente, los responsables de Knightscope aún no han pensado en instalarle un rayo desintegrador, ni un chip de odio hacia todas las formas de vida. El K5, y su hermano mayor para exteriores, el K10, están pensados para recolectar datos y enviarlos a una central de seguridad donde puedan ser registrados y analizados. La compañía ya ofrece una versión beta del dispositivo que las compañías interesadas podrán comenzar a probar este mismo mes. [Knightscope vía Gizmag]
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