“Los Simpson” son algo más que una serie de animación para televisión, son uno de los iconos de la cultura pop de los últimos 25 años. En la cultura nerd o geek son muy apreciados por sus continuas referencias a las ciencias básicas; no en balde entre sus guionistas hay licenciados y doctores en matemáticas, física e informática. Simon Singh, más conocido como el autor de “El Enigma de Fermat”, nos describe el universo matemático de esta serie de animación en su nuevo libro “Los Simpson y las matemáticas” editado en español por Ariel, noviembre de 2013.
Confieso que no soy aficionado a “Los Simpson” y menos aún a “Futurama” (a la que Singh dedica los últimos cuatro capítulos), por lo que el libro me ha descubierto un universo matemático en Springfield que desconocía en gran parte. El libro está bien escrito y su lectura es ágil, salvo el capítulo sobre el béisbol (deporte del que ignoro hasta lo más básico). El autor sazona las referencias nerd en múltiples capítulos con detalles sobre la vida de los guionistas responsables de las mismas.
Las píldoras matemáticas que aparecen en la comedia de Matt Groening no siempre son fáciles de entender para los fans, por lo que Singh dedica gran parte de su libro a explicar su significado para un público profano. La mayoría aparecen documentadas en las web de los profesores Andrew Nestler y Sarah Greenwald (SimpsonsMath.com y Futurama Math). Estas web incluyen material dirigido a los profesores de matemáticas de enseñanza secundaria y bachillerato que estén interesados en usar Los Simpson en sus propias clases.
En la primera escena del primer capítulo de Los Simpson, titulado “Bart, el genio” (emitido en enero de 1990), Maggie construye la frase “EMCSQU” con una torre de cubiletes. La ecuación matemática más famosa de la historia de la ciencia E = m c² (SQU = squared, en inglés “al cuadrado”).
En ese mismo episodio hay un chiste sólo para nerds. Envían a Bart a un Centro de Aprendizaje Especial para Niños Superdotados y su primera lección es de matemáticas. “La profesora pone un problema a los alumnos, el primer ejemplo de una broma matemática descarada en Los Simpson. La profesora escribe una ecuación en la pizarra y dice: “y es igual a r al cubo partido por 3, y si determináis correctamente la tasa de incremento en esta curva, creo que quedaréis agradablemente sorprendidos”.”
Todos los alumnos (excepto Bart) averigüan la respuesta y se echan a reír. ¿Serás capaz de descubrir el chiste oculto en esta imagen? Te daré una pista, hay que derivar.
No seré malo, quizás para un hispanohablante el chiste no es fácil, máxime si tiene oxidados sus conocimientos de cálculo infinitesimal. La derivada de la expresión y = r³/3, es igual a dy = r dr r, cuyo miembro derecho se pronuncia en inglés “/ɑː/ /diː/ /ɑː/ /ɑː/” (más o menos “har di har har”), una homofonía con el nombre en inglés de Tristón, Hardy Har Har, la hiena pesimista de la serie de animación Leoncio el león y Tristón de Hanna-Barbera (titulada en inglés Lippy the Lion & Hardy Har Har).
¿Por qué los guionistas de Los Simpson incluyeron un chiste matemático tan complicado en su comedia? Entre los ocho guionistas de la primera temporada estaban incluidos dos nerds, Mike Reiss y Al Jean, ambos matemáticos formados en la Universidad de Harvard. Singh nos cuenta su historia y cómo acabaron de guionistas en el primer capítulo de su libro. En la tercera temporada ya eran productores ejecutivos.
En el capítulo 3, Singh nos habla del episodio “El mago de Evergreen Terrace” (1998), en el que Homer emula la productividad de Thomas Edison y presenta fórmulas revolucionarias para la física y las matemáticas. Homer predice la masa del bosón de Higgs (su valor de 775 GeV/c² está bastante alejado de los 125,7 GeV/c² observados en el LHC), que el universo es inestable (su densidad energética Ω(t0)>1 está en desacuerdo con los experimentos cosmológicos que apuntan a Ω(t0)=1), que hay un “Homer-morfismo” entre el toro y la esfera (superficies que no son homeomorfas, es decir, equivalentes topológicamente) y que existe un contraejemplo del último de teorema de Fermat. Si tienes una calculadora a mano, verifica que 3987¹² + 4365¹² = 4472¹².
Según Singh (autor de “El enigma de Fermat”) en esto último podría haber influido que Al Jean fue alumno de Andrew Wiles y que el guionista de esta escena, David S. Cohen, fue alumno de Ken Ribet. El lector despistado (o que no haya leído el libro anterior de Singh) agradecerá saber que el último teorema de Fermat fue demostrado por Wiles gracias a que Ribet demostró que era equivalente a un caso particular de la conjetura de Taniyama-Shimura,
El libro está repleto de anécdotas de los guionistas de la serie e historias curiosas de las matemáticas. ¿Por qué en el episodio “Marge, Homer y el deporte en pareja” (2005) aparecen los números 8191, 8128 y 8208? ¿Qué pasó cuando Warren Buffet trató de engañar a Bill Gates con unos dados no transitivos? ¿De qué iba el primer artículo científico de Bill Gates, publicado enDiscrete Mathematics? ¿Cuál es la “conjetura del espantapájaros” que aparece al final de El mago de Oz y que Homer recita en un episodio de 1993? Así muchísimas más. La verdad, los guionistas de Los Simpson son unos cachondos, pero tienen muchos seguidores que buscan con tesón sus píldoras matemáticas.
En el episodio “El prisionero de Benda” (2010) de Futurama aparece esta pizarra en la que el personaje “Sweet” Clyde escribe la demostración de un teorema sobre grupos de permutaciones necesario para resolver la trama. Este teorema de Futurama fue demostrado por el guionista (y matemático) Ken Keeler como parte del guión, aunque no lo ha publicado en ningún artículo científico (la demostración aparece en el apéndice 5 del libro de Singh). También llamado teorema de Keeler, ha dado lugar a un artículo científico de Ron Evans, Lihua Huang, Tuan Nguyen, “Keeler’s theorem and products of distinct transpositions,” arXiv:1204.6086 [math.GR], que ha sido aceptado en la revista The American Mathematical Monthly (el artículo aún no ha sido publicado).
¿Tiene alguna pega el libro? La traducción de Ana Herrera es pobre, sobre todo de los términos matemáticos. Por supuesto, traducir la trama de Los Simpson, repleta de neologismo que abusan de los homofonías en inglés, no es tarea fácil. Sin embargo, creo que se podría haber hecho mejor con algún tipo de asesoría matemática (la traducción de algunos términos matemáticos es literal, olvidando la jerga habitual). Sólo un ejemplo, hay muchos más, en la página 32 se traduce el nombre compuesto en inglés “Your Friendly Neighborhood Pie Man” como “el simpático pastelero man del barrio” (que yo sepa “man” no es español), para en la siguiente frase traducir “The Pie Man’s first act of superheroism” como “El primer acto de superheroísmo del Pastelman.” Por fortuna, los errores de traducción no suelen poner muchas trabas al ritmo de la lectura.
Para acabar, me gustaría comentar que los amigos de Escépticos en el Pub disfrutarán sabiendo que el nuevo libro de Simon Singh acaba agradeciendo su labor y su apoyo. El autor fue denunciado por difamación por la Asociación Quiropráctica Británica tras escribir un artículo en The Guardian sobre la quiropraxis (basado en su libro “Trick or Treatment? Alternative Medicine on Trial” escrito en colaboración con Edzard Ernst). Tras dos años terribles con su defensa, promovió una campaña para cambiar la ley que implicó a miles de personas y cientos de colaboraciones. El clamor popular surtió efecto. El 25 de abril de 2013 se promulgó una nueva Ley de Difamación más acorde con la libertad de expresión. Naukas
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