El interés en fabricar grandes cantidades de grafeno es enorme. Sus propiedades continúan multiplicándose, pero tampoco se puede negar la posibilidad de que el propio grafeno tambiéna yude a crear algo diferente. Un grupo de científicos de las universidades de Cornell y Ulm se encontraba trabajando en la producción de grafeno, cuando apareció algo extra, detectado con la ayuda de un microscopio electrónico. Ese extra, al que inicialmente interpretaron como restos o desperdicio, resultó ser una capa de vidrio con un espesor máximo de dos átomos, convirtiéndose así en el vidrio más delgado del planeta, certificado por el Libro Guinness de los Récords.
¿De dónde salió ese vidrio? De acuerdo a los científicos, la razón principal para su formación habría sidouna fuga de aire, la que provocó una reacción entre las capas de cobre que se utilizan durante la producción de grafeno, y el horno de cuarzo, que asumió el rol de “fuente” de silicio.
Es la primera vez que se puede observar con precisión el orden de los átomos que componen alvidrio: El físico William Houlder Zachariasen había calculado ese mismo orden en 1932, y los resultados finales indican que estuvo mucho más acertado de lo que se imaginaba. Por más que haya sido un producto de la suerte, crear a este vidrio bidimensional en forma deliberada podría aportar otros beneficios, incluyendo su futura aplicación en transistores y nanotecnología. Tal vez estemos lejos de los supercapacitores y las celdas solares basadas en grafeno, pero es un punto más que debemos anotar en su expediente, a pesar de que su participación haya sido indirecta. Neoteo Universidad de Cornell
¿De dónde salió ese vidrio? De acuerdo a los científicos, la razón principal para su formación habría sidouna fuga de aire, la que provocó una reacción entre las capas de cobre que se utilizan durante la producción de grafeno, y el horno de cuarzo, que asumió el rol de “fuente” de silicio.
Es la primera vez que se puede observar con precisión el orden de los átomos que componen alvidrio: El físico William Houlder Zachariasen había calculado ese mismo orden en 1932, y los resultados finales indican que estuvo mucho más acertado de lo que se imaginaba. Por más que haya sido un producto de la suerte, crear a este vidrio bidimensional en forma deliberada podría aportar otros beneficios, incluyendo su futura aplicación en transistores y nanotecnología. Tal vez estemos lejos de los supercapacitores y las celdas solares basadas en grafeno, pero es un punto más que debemos anotar en su expediente, a pesar de que su participación haya sido indirecta. Neoteo Universidad de Cornell
No hay comentarios:
Publicar un comentario