El plan del Gobierno brasileño para contratar médicos extranjeros ha generado preocupación en algunos países vecinos, donde se teme que pueda agudizar el déficit de doctores en zonas rurales y fronterizas, un problema común en toda América Latina.
El programa "Más Médicos", que prevé incentivos para llevar a profesionales de la salud a zonas remotas del país, atrajo en su primera convocatoria a 282 extranjeros, en su mayoría procedentes de España, Argentina, Portugal y Uruguay, y ya ha iniciado una segunda leva, a la que se han inscrito 1.165 facultativos de 65 países.
También se han ofertado plazas a brasileños y, de forma paralela, se ha incluido en el plan la contratación directa de 4.000 médicos cubanos, a través de acuerdos de cooperación que ambos gobiernos mantienen en el marco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Para no fomentar la emigración de países con problemas más graves de recursos humanos, el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff exige que el profesional proceda de un Estado que tenga más médicos per cápita que Brasil, donde esa tasa está en 1,8 doctores por cada mil habitantes.
Los únicos países latinoamericanos que cumplen este requisito son Cuba (6,7), Uruguay (3,7) Argentina (3,2), México (2) y Venezuela (1,9), según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Brasil también acepta a profesionales procedentes de países con grave déficit de médicos como Perú o El Salvador, si éstos ejercen en un tercer país con buenas tasas, según explicó a Efe un portavoz del Ministerio de Salud.
A pesar de estas cautelas, el plan ha generado quejas por parte de autoridades de países vecinos, más airadas en el caso de la provincia argentina de Misiones, cuyo responsable de Salud, Oscar Herrera Ahuad, calificó el programa brasileño de "atentado" a sus recursos humanos, y más comedidas en el caso de Uruguay.
El presidente uruguayo, José Mujica, restó importancia al caso, aunque señaló que su país, a pesar de su buena media global, aún padece la falta de profesionales de la salud en las zonas rurales.
"A Brasil le pasa lo mismo que a nosotros: los médicos no quieren ir a los pueblitos", resumió el mandatario en declaraciones a los periodistas este jueves.
El doctor y académico brasileño Mario Dal Poz, excoordinador de Recursos Humanos en Salud de la OMS, dijo a Efe que el impacto del "Más médicos" en Argentina y Uruguay debería de ser "anecdótico", ya que ambos países forman a suficientes profesionales.
"Si el movimiento es muy intenso, puede haber una crisis en el país que está perdiendo médicos", afirmó Dal Poz, quien no obstante indicó que los flujos migratorios de facultativos han sido escasos en América Latina.
Un reciente estudio de la OPS sobre la región andina contabilizó que 565 médicos emigraron de Colombia entre 2008 y 2010, mientras que 588 doctores salieron de Perú de 1994 a 2008.
"No son números desmesurados, pero para un país como Perú (con una tasa de tan solo un médico por mil habitantes) perder casi 600 médicos es mucho", comentó Dal Poz.
En el caso de Brasil, el académico consideró que el "Más Médicos" tiene "muchos méritos", pero también "agujeros", el principal carecer de soluciones a medio plazo para garantizar su sostenibilidad.
Según Dal Poz, desde los años 60 se han lanzado al menos otros cuatro programas para llevar médicos a las regiones remotas del país y "todos funcionaron inicialmente", pero después fracasaron al carecer de una estrategia sostenible.
El resultado es que ciertas zonas pobres de Brasil cuentan con algunas de las tasas más bajas del mundo, como el estado de Maranhão (norte), con 0,58 médicos por mil habitantes, o las regiones amazónicas de Amapá (0,76) y Pará (0,77).
Según Dal Poz, "la tendencia es que las personas busquen los empleos que ofrecen mejores condiciones financieras, de trabajo y de confort. Eso no es una característica sólo de Brasil. Hay estudios que muestran que es un problema general, global".
"Para tener profesionales en áreas de difícil acceso tienes que ofrecer incentivos", concluyó. Fuente: EFE
El programa "Más Médicos", que prevé incentivos para llevar a profesionales de la salud a zonas remotas del país, atrajo en su primera convocatoria a 282 extranjeros, en su mayoría procedentes de España, Argentina, Portugal y Uruguay, y ya ha iniciado una segunda leva, a la que se han inscrito 1.165 facultativos de 65 países.
También se han ofertado plazas a brasileños y, de forma paralela, se ha incluido en el plan la contratación directa de 4.000 médicos cubanos, a través de acuerdos de cooperación que ambos gobiernos mantienen en el marco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Para no fomentar la emigración de países con problemas más graves de recursos humanos, el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff exige que el profesional proceda de un Estado que tenga más médicos per cápita que Brasil, donde esa tasa está en 1,8 doctores por cada mil habitantes.
Los únicos países latinoamericanos que cumplen este requisito son Cuba (6,7), Uruguay (3,7) Argentina (3,2), México (2) y Venezuela (1,9), según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Brasil también acepta a profesionales procedentes de países con grave déficit de médicos como Perú o El Salvador, si éstos ejercen en un tercer país con buenas tasas, según explicó a Efe un portavoz del Ministerio de Salud.
A pesar de estas cautelas, el plan ha generado quejas por parte de autoridades de países vecinos, más airadas en el caso de la provincia argentina de Misiones, cuyo responsable de Salud, Oscar Herrera Ahuad, calificó el programa brasileño de "atentado" a sus recursos humanos, y más comedidas en el caso de Uruguay.
El presidente uruguayo, José Mujica, restó importancia al caso, aunque señaló que su país, a pesar de su buena media global, aún padece la falta de profesionales de la salud en las zonas rurales.
"A Brasil le pasa lo mismo que a nosotros: los médicos no quieren ir a los pueblitos", resumió el mandatario en declaraciones a los periodistas este jueves.
El doctor y académico brasileño Mario Dal Poz, excoordinador de Recursos Humanos en Salud de la OMS, dijo a Efe que el impacto del "Más médicos" en Argentina y Uruguay debería de ser "anecdótico", ya que ambos países forman a suficientes profesionales.
"Si el movimiento es muy intenso, puede haber una crisis en el país que está perdiendo médicos", afirmó Dal Poz, quien no obstante indicó que los flujos migratorios de facultativos han sido escasos en América Latina.
Un reciente estudio de la OPS sobre la región andina contabilizó que 565 médicos emigraron de Colombia entre 2008 y 2010, mientras que 588 doctores salieron de Perú de 1994 a 2008.
"No son números desmesurados, pero para un país como Perú (con una tasa de tan solo un médico por mil habitantes) perder casi 600 médicos es mucho", comentó Dal Poz.
En el caso de Brasil, el académico consideró que el "Más Médicos" tiene "muchos méritos", pero también "agujeros", el principal carecer de soluciones a medio plazo para garantizar su sostenibilidad.
Según Dal Poz, desde los años 60 se han lanzado al menos otros cuatro programas para llevar médicos a las regiones remotas del país y "todos funcionaron inicialmente", pero después fracasaron al carecer de una estrategia sostenible.
El resultado es que ciertas zonas pobres de Brasil cuentan con algunas de las tasas más bajas del mundo, como el estado de Maranhão (norte), con 0,58 médicos por mil habitantes, o las regiones amazónicas de Amapá (0,76) y Pará (0,77).
Según Dal Poz, "la tendencia es que las personas busquen los empleos que ofrecen mejores condiciones financieras, de trabajo y de confort. Eso no es una característica sólo de Brasil. Hay estudios que muestran que es un problema general, global".
"Para tener profesionales en áreas de difícil acceso tienes que ofrecer incentivos", concluyó. Fuente: EFE
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