El compuesto experimental parece restaurar algunas funciones celulares en el cerebro de ratones adolescentes que sufren una versión propia de roedores de la esquizofrenia. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC) |
Un compuesto experimental, investigado primeramente por sus propiedades anticáncer, parece haber corregido comportamientos asociados con la esquizofrenia, y restaurado algunas funciones celulares en el cerebro de ratones adolescentes que sufren una versión propia de roedores de esta enfermedad mental tan devastadora.
El fármaco forma parte de una clase de compuestos conocidos como inhibidores de PAK, que en experimentos con animales se ha mostrado que proporcionan algo de protección ante los daños cerebrales debidos al Síndrome del Cromosoma X Frágil, una enfermedad hereditaria en humanos que destaca por el retraso mental que sufren los afectados. También hay algunos indicios que sugieren que los inhibidores de PAK podrían ser utilizados para tratar la enfermedad de Alzheimer. Y dado que la propia proteína PAK puede iniciar cáncer y crecimiento celular, los inhibidores de PAK han sido asimismo puestos a prueba contra el cáncer.
En el nuevo estudio, dirigido desde la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, los investigadores encontraron que el compuesto, llamado FRAX486, parece detener un proceso de "poda" biológica descontrolada en el cerebro esquizofrénico, durante el cual se destruyen innecesariamente conexiones neurales importantes.
Trabajando con ratones que reproducen la progresión patológica de la esquizofrenia y de enfermedades relacionadas, los investigadores consiguieron restaurar parcialmente neuronas incapacitadas para que pudieran conectarse a otras células nerviosas. El bloqueo del proceso de "poda" excesiva en ratones adolescentes normalizó también el comportamiento de los animales.
El equipo del Dr. Akira Sawa cree que estos hallazgos en los ratones adolescentes son un paso especialmente prometedor en la búsqueda médica de mejores terapias para la esquizofrenia en humanos, porque los síntomas de ésta aparecen habitualmente hacia el final de la adolescencia y al inicio de la adultez.
Sawa, quien también es director del Centro Johns Hopkins para la Esquizofrenia, advierte que aún no se ha demostrado que la PAK sea más abundante en los cerebros de las personas con esquizofrenia. Por tanto, tal como señala, es importante validar los resultados recientes, determinando si este torrente desenfrenado de PAK se da también en humanos. NCYT
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