sábado, 9 de febrero de 2013

La Ciudad dio marcha atrás con el cierre de la sala de Neurocirugía del Santa Lucía

Legisladores de la oposición al macrismo, pacientes y vecinos realizaron un abrazo simbólico al centro de salud de San Cristóbal.
Las autoridades del hospital oftalmológico porteño acordaron reincorporar a los médicos terapistas necesarios para el funcionamiento del servicio. No realiza cirugías desde agosto del año pasado, por falta de profesionales.


Legisladores porteños y autoridades del Hospital Oftalmólogico Santa Lucía acordaron la reincorporación de los médicos terapistas necesarios para que continúe en funcionamiento el servicio de Neurocirugía de ese centro asistencial, cerrado desde agosto pasado por falta de profesionales.
El presidente de la Comisión de Salud de la Legislatura, Jorge Selser, y el director de esa comisión, Gerardo Esbry, mantuvieron una reunión con la directora del hospital, Estela Fernández Rey, después de un abrazo simbólico que realizaron ayer por la mañana pacientes y vecinos en el edificio de Avenida San Juan 2012, en el barrio de San Cristóbal, para impedir el cierre de la sala.
"Las autoridades del hospital nos comunicaron que la semana próxima van a reincorporar a los cuatro médicos terapistas separados, y que van a designar a los restantes para conformar la dotación mínima de siete médicos que debe tener esa sala para funcionar", explicó Selser a la agencia Télam, y destacó que "si no se designan a los médicos que faltan, es un virtual cierre de la sala; por eso esperamos que la directora cumpla con su compromiso, sería lamentable que no lo hiciera". En tal caso, los reclamos tomarían un curso judicial", advirtió.

La sala de Neurocirugía del Santa Lucía no realiza cirugías desde agosto de 2012, por no estar completa la dotación de médicos terapistas. Y el mes pasado se decidió separar a los cuatro que quedaban en el servicio, lo que originó la intervención de legisladores, pacientes y vecinos. El gobierno porteño afirmó que el sector no había sido cerrado, pero lo cierto es que no funcionaba por falta de profesionales.
"El Ministerio de Salud porteño conocía lo que pasaba aquí, pero como la política es de achicamiento de todo lo público, no se interesaba por resolverla", aseguró Selser. E indicó que entre quienes rechazaban el cierre de la sala está Armando Basso, considerado una eminencia en la oftalmología y actual consultor de la Organización Panamericana de la Salud. "Aquí hay muchísimas personas que necesitan este servicio y no pueden pagarse un centro privado", agregó el legislador.
Contra toda evidencia, el subsecretario de Atención Integrada de la Salud porteño, Carlos Russo, aseguró que el servicio "no se cerró en ningún momento" y que "no hay plan previsto de cerrar, ni proyecto".
En un comunicado, legisladores de la oposición al macrismo habían denunciado que en los últimos cinco años el servicio "ha sido víctima reiterada de un proceso de desmantelamiento y obsolescencia tecnológica por parte del gobierno porteño que impactó directamente en el funcionamiento del mismo".

En 1979 Historia repetida
"Lo que no logró la dictadura militar en el año 1979, cuando quisieron cerrar el servicio de Neurocirugía, lo intenta hacer ahora Mauricio Macri. Es imperdonable", sostuvo durante el "abrazo" de ayer la legisladora María Elena Naddeo. (TA)

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