sábado, 16 de febrero de 2013

El presidente de la corte uruguaya, sobre la legalizacion del cannabis; Marihuana gratis para curar


Ruibal Pino opinó públicamente sobre la conveniencia de que el Estado entregara gratuitamente la marihuana para ayudar a salir de la adicción al paco. Explicó a Página/12 que no debería fumarse, sino inhalarse, para no dañar los pulmones. Por Emilio Ruchansky

El presidente de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay opinó ayer que el Estado debe dar marihuana “gratuitamente” a los consumidores problemáticos de pasta base “para permitirles salir de su adicción o por lo menos combatirla”. Jorge Ruibal Pino hizo estas declaraciones en radio, por la mañana, enmarcando el tema en el uso terapéutico ante los períodos de abstinencia; una estrategia de tratamiento que aprovecha algunos efectos del uso del cannabis: ganas de hidratarse, hambre y sueño. Por la tarde confirmó lo dicho ante cámaras de televisión. No hubo caso. En las versiones online de los medios gráficos opositores lo citaron recortado al titular: “El Estado tendría que dar la marihuana gratis”. Anoche, recalcó a Página/12 la importancia de “darles algo a cambio a los usuarios de pasta base si se los va a registrar y asegurarse de que la marihuana no sea fumada, sino inhalada (mediante vaporizador), para que no dañe los pulmones”.

Las sugerencias de Ruibal Pino fueron a título personal, aclaró en todo momento, y agregó a este diario: “Tengo un interés particular en este tema, como lo demuestra mi múltiple concurrencia a eventos nacionales e internacionales sobre la cuestión”. Además, explicó una fuente judicial uruguaya, este juez es “el ministro nexo entre los cinco miembros de la Corte y la Junta Nacional de Drogas, la secretaría del Ejecutivo”. Ayer, el titular de la Junta, Julio Calzada, anunció que se impulsará el uso “de marihuana vaporizada, mediante la nebulización” o ingerida.

El proyecto que impulsa el Ejecutivo sólo refiere, en su tercer artículo, el permiso de la producción y comercialización “para la elaboración de productos terapéuticos de utilización médica. Las plantaciones o cultivos, en tal caso, deberán ser autorizados previamente por el Ministerio de Salud Pública y quedarán bajo su control directo”. Cómo se implemente el uso médico, más allá del paliativo para pacientes con VIH o cáncer, es algo que quedará para la posterior reglamentación de la ley (no aprobada aún).

“La intención no es mala, tampoco la inventó Uruguay. No es sólo para combatir el narcotráfico, sino la agresividad asociada al consumo de la pasta base”, dijo Ruibal Pino en Radio Universal al respecto de la iniciativa oficial de regular el mercado de cannabis y opinó que el gobierno debe comunicar mejor sus intenciones. “Hablé del tratamiento del adicto como enfermo, como paciente, y no como delincuente. De segmentar y sacar a los usuarios del mercado de la pasta base y de las consecuencias que puede producir la acción de ese adicto para conseguir la sustancia”, dijo a Página/12.

La idea de registrar a los usuarios que plantea el proyecto, agregó, tiene tres finalidades: el control de la dispensación de la marihuana, mantener un buen estado sanitario y para orientar a las familias sobre el estado de esa persona. “Tiene que haber una contraprestación del Estado porque los adictos escapan al registro por miedo al control, la persecución y el castigo. Esa contraprestación tiene que ser gratuita y por eso planteo que pueda acceder a la marihuana y que no lo consiga de otro modo, en el circuito ilegal. Debe tener una opción, sea la del Estado o un lugar licenciado”, explicó.

El uso de marihuana como paliativo o droga de salida del abuso y la dependencia de sustancias como el paco o cocaína viene siendo probado por la médica uruguaya Raquel Peyraube, con 25 años de experiencia en el tratamiento médico. “La gente se pregunta cómo es esto de sustituir la pasta base por la marihuana si tienen un viaje diferente”, dijo hace poco a la revista especializada THC. Y agregó: “El usuario que busca ese estado de hiperideación u omnipotencia, no lo va a encontrar. Esto es para los que quieren parar con el estado de desasosiego, es para frenar la angustia del síndrome de abstinencia y la compulsión de acceder a la sustancia”.

Otro de los puntos abordados por el presidente de la Corte Suprema fue la forma en que se consume la marihuana. En este punto, Ruibal Pino recalcó que no se puede ir en contra de la férrea legislación uruguaya sobre el tabaco. Y el titular de la Junta Nacional de Drogas coincidió con el daño provocado por la combustión: “Desde un primer momento dijimos que el Estado no iba a vender cigarrillos porque no iba a borrar con el codo lo que hizo con la mano. El Estado no debería promover el uso de la marihuana fumada ni de ninguna sustancia que pueda hacer daño a la salud”.

El plan del Ejecutivo es permitir la compra de 40 gramos de flores o cogollos de marihuana, secados y curados, por mes y a un precio similar al de la marihuana prensada, de baja calidad, contrabandeada desde Paraguay. La diferencia es la calidad. Ruibal Pino y Calzada resaltaron las bondades de la inhalación en vaporizadores, que extraen el THC, la principal sustancia psicoactiva del cannabis, o mediante la ingesta. “Vamos a reforzar ese aspecto porque nos interesa disminuir el riesgo, forma parte de una estrategia de mediano y largo plazo porque lleva un proceso de educación de la población”, señaló ayer Calzada. Página/12 

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