Com. de Prensa MSRAEl Dr. Juan Gabriel Labaké es el abogado defensor de los Sres. Alberto Kanoore EDUL y Alberto Jacinto Kanoore Edul, arbitrariamente procesados por la Justicia Argentina en el caso del ataque terrorista contra la sede de la AMIA en julio 1994.
Tras pasar por siete juzgados, generar legajos que totalizan más de un millón de fojas, con aberraciones que incluyen a un Juez Federal (Juan José Galeano) pagando u$s 400.000 en coimas (a Telleldin) provistos y coordinados por operadores del Estado de Israel en la Argentina (notablemente, la DAIA bajo la presidencia del hoy preso Rubén Beraja y su hoy quebrado Banco Mayo) para armar la mentira de la (inexistente) van “Trafic” blanca que permitiera inculpar a la policía bonaerense y, por extensión, a Siria y, por extensión a Hezbollah y, por extensión, a Irán, hoy llegamos al punto vergonzoso en que el Poder Ejecutivo de los Kirchner y una “Justicia” deplorable y traidora (juez Canicota Corral y fiscales Nisman/Martinez Burgos), imponen todas las arbitrariedades necesarias para promover intereses y objetivos inmorales en nuestro país de una potencia extranjera: el Estado de Israel.
En cualquier país decente, a esto se lo llamaría “Traición a la Patria”. En esta Argentina Colonia, se lo llama “Justicia” y “Memoria”..
Toda la mentira urdida en torno al atentado de la AMIA, que ha colocado a la Argentina en una posición endeble y comprometida a nivel internacional – amén de que el gobierno Kirchner haya agredido gratuita a insolentemente a una país con el que manteníamos buenas relaciones (la República Islámica de Irán) – se basa sobre la existencia de una supuesta Renault “Trafic” blanca que habría sido utilizada como coche-bomba. Dado que la existencia de ese vehículo resulta clave para avalar la tesis oficial, a principios de agosto el Dr. Labaké había solicitado al Fiscal Nisman se adopten medidas para verificar su pre-existencia al terrible atentado de julio 1994.
De esa “Trafic” blanca no se halló prácticamente nada salvo por algunos trozos y el block del motor (convenientemente hallado por un oficial israelí entre los escombros de la calle Pasteur 633, que (muy convenientemente) portada el número de fabricación!!!).
El Dr. Labaké manifestó / solicitó a Nisman, entre otras cosas:
1. Que hay sobradas sospechas de que jamás existió dicha “Trafic” que el fiscal Nisman asegura usaron los terroristas como coche-bomba;
2. Que la temeraria afirmación de que el atentado se hizo con ese coche-bomba es la base de la acusación contra los defendidos, señores Kanoore Edul;
3. Que, asimismo, la República de Irán ha rechazado los exhortos en los que se pidió la extradición de 8 diplomáticos y gobernantes suyos, entre otros motivos, por considerar que no existe prueba alguna de la existencia de la “Trafic” o de otro coche-bomba en dicho atentado;
4. Por ello, el Dr. Labaké solicitó a Nisman se proceda a excavar hasta 4 metros en el sitio donde se aduce estalló el coche-bomba, ya que el perito de parte Comandante (R) Osvaldo Laborda, afirma que los restos de la Traffic quedaron enterrados ahí por efecto de la explosión; y que
5. Tal como hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación con gran éxito, en el caso de la Embajada de Israel, se solicite a la Academia Nacional de Ingeniería designe tres de sus mejores especialistas en explosivos a fin de que efectúen una pericia científica para determinar dónde se produjo realmente la explosión en la AMIA: si afuera con un coche-bomba, o adentro del edificio.
Esta solicitud resulta vital para la Causa Amia. Si se excavara en el lugar de los hechos y NO se hallaran los restos de la “Trafic”, entonces quedaría comprobado la NO existencia del supuesto coche-bomba, con lo que también se esfumaría la inexisten “Conexión Iraní” armada por la SIDE, el fiscal Nisman y el gobierno Kirchner en base a “inteligencia” provista en octubre 2006 por los servicios de inteligencia de EEUU (CIA) y del Estado de Israel (Mossad), y que tanto desean “probar” el propio Estado de Israel, la AMIA, la DAIA, la CIA, el Depto de Estado de EEUU, las organizaciones sionistas locales y extranjeras, los Kirchner y los grandes multimedios locales.
Cobraría, entonces renovada fuerza la mucho más plausible CONEXIÓN ISRAELÍ. O sea, que la voladura de la AMIA (y de la Embajada en 1992), cobra una dimensión totalmente nueva y verosímil cuando se la inserta dentro del marco de las luchas intestinas del propio Estado de Israel en los años 90, que culminaron menos de 16 meses después del atentado a la AMIA con el asesinato del primer ministro Isaac Rabin en noviembre 1995, a manos de un terrorista judío de la ultraderecha sionista (Amir Ygal).
A partir de entonces, se produjo el desplazamiento del laborismo más moderado en el gobierno israelí, que desde entonces ha quedado firmemente en manos de elementos extremistas de la ultra derecha fundamentalista, racista y violenta de los partidos Likud (Netanyahu) y Kadima (Sharon – Olmert), entre otros.
Ahora, nos enteramos que el Fiscal Nisman rechaza el pedido del Dr. Labaké.
Contra todas las evidencias, el fiscal Alberto Nisman ha decidido por decreto que la explosión en la AMIA se produjo afuera del edificio, y con un coche-bomba “Trafic”. De esta manera, Alberto Nisman ha debido regresar al oscurantismo dogmático y a Torquemada para resguardar la “historia oficial”…
A continuación trascribimos la respuesta del Dr. Juan Labaké al fiscal Alberto Nisman.
REITERA SOLICITUD DE REVER LA “HISTORIA OFICIAL” – SE DISPONGA PERICIA Y EXCAVACIÓN PARA DETERMINAR SI REALMENTE EXISTIÓ EL COCHE BOMBA – SE SOLICITE ASESORAMIENTO A LA CSJN
Señor fiscal:
JUAN GABRIEL LABAKÉ, abogado CSJN T.7 F.311, en su carácter de defensor de los señores Alberto Kanoore EDUL y Alberto Jacinto Kanoore EDUL, con domicilio constituido en el Expediente 8566/96 “COPPE, Juan Carlos y otros s/ asociación ilícita y otros delitos-Atentado a la AMIA y DAIA” legajo 129, al señor fiscal respetuosamente digo:
He leído con estupor la resolución del señor fiscal por la cual rechaza mi pedido de investigar exhaustivamente si existió o no el coche-bomba Trafic, y si la explosión fue adentro o afuera del edificio de la AMIA. Mi estupor surge del hecho de haber ofrecido en mi escrito tan abundante y sólidas pruebas sobre la inexistencia de la Trafic y de que la explosión se produjo adentro de la AMIA, que sólo puede rechazarse o ignorarse esa presentación mía si existe una férrea decisión de ocultar algo, o de evitar “sorpresas desagradables” para quienes armaron esta investigación inocultablemente amañada.
Hago tan grave afirmación porque no es la primera vez que el señor fiscal se niega a investigar pistas muy importantes y evidentes. Una de ellas fue con el caso de un agente que pertenecía comprobadamente a la argentina SIDE (al menos a la SIDE del señor Antonio Stiusso, con quien el señor fiscal tiene una sugestiva empatía) y simultáneamente a la norteamericana DEA. Ese agente doble mintió desembozadamente inculpando en forma calumniosa a un médico neuquino descendiente de árabes y de religión musulmana, creando así una falsa prueba contra mi defendido Edul hijo. A pesar de tan grosera prueba de que un agente de la SIDE y de la DEA estaba tratando de inculpar calumniosamente a mi defendido, creando falsas pruebas, el señor fiscal rechazó dos veces mi pedido de citar a declarar al tal agente de “desinteligencia” argentino-norteamericano, subordinado de Stiusso. Esa valiosa pista murió… a manos y por expresa decisión del señor fiscal.
Una segunda y muy sugestiva negativa de la Fiscalía a seguir pistas muy serias se produjo con motivo de la tozuda e ilegal desobediencia de la SIDE (la de Stiusso, por supuesto) que nunca envió las intervenciones a dos teléfonos de Edul durante 1994, tal como se lo había requerido el propio fiscal en abril de 2005. Ante mi insistencia, el fiscal aseguró que esas grabaciones eran la última investigación que estaba pendiente antes de sobreseer a los Edul. Le solicité tres veces que exigiera a la SIDE el envío de tales grabaciones, y las tres veces el señor fiscal se negó a hacerlo, y todavía no lo hace, luego de cuatro años y medio de desobediencia manifiesta de la SIDE de Stiusso.
Hubo muchos otros ejemplos de la parcialidad casi autista y rayana en el incumplimiento de sus deberes de funcionario público (y en otras figuras penales más graves) con que el señor fiscal se negó, tercamente y sin da razones, a investigar pistas “políticamente incorrectas”. Pero ahora colmó la medida con su rechazo de mi solicitud de investigar si realmente existió la Trafic y si la explosión fue afuera o adentro de la AMIA.
La sospecha es ineludible: ¿el señor fiscal está persiguiendo y discriminando a mis defendidos por ser ellos descendientes de árabes y de religión musulmana? Desconozco la religión que profesa el señor fiscal, pero hay dos datos de mucha envergadura, que son de público y notorio conocimiento y por demás sugestivos al respecto: en 2007 el señor fiscal asistió como “invitado especial” a la Asamblea Anual del “American Jewish Committee” (de activa militancia sionista y pro-Israel) para informar sobre la marcha de la investigación de esta causa; y en 2008 viajó a Tel Aviv (Israel) para rendir cuentas de la investigación nada menos que al presidente de la Suprema Corte de Justicia del ese Estado extranjero.
Vale la pena recordar que el Estado de Israel nada tiene que ver ni hacer en la investigación judicial del atentado a la AMIA, pues esa mutual es una entidad argentina, constituida y registrada según la ley argentina, todos los muertos en el atentado eran argentinos y el delito se produjo en territorio argentino. Ante esa evidencia incontrastable, ¿cómo explica el señor fiscal los dos viajes suyos al exterior mencionados, y los dos informes rendidos ante políticos y funcionarios oficiales extranjeros? Y, además, ¿no es ello prueba muy sólida y, a la vez, explicación clara de la parcialidad anti-árabe y anti-musulmana con que está actuando el señor fiscal?
Lo dicho demuestra que el señor fiscal sufre de filias y fobias muy fuertes, que lo llevan a medir a tirios y troyanos con distinto rasero. A la SIDE le perdona todo, hasta el límite de la ilegalidad y del incumplimiento de deberes y del encubrimiento.
Al American Jewish Committee y a la Corte de Israel le rinde pleitesía. Mientras a mis defendidos, que son argentinos descendientes de árabes y de religión musulmana, les niega hasta la más elemental investigación. ¿Actúa o no guiado por sus filias y sus fobias personales, ideológicas, étnicas, religiosas y/o políticas el señor fiscal en esta causa?
En definitiva, la Fiscalía ha rechazado mi pedido de investigar hechos (insisto, hechos) aduciendo que “la totalidad de las medidas requeridas (por mí) tienden a acreditar circunstancias debidamente desvirtuadas y desechadas en la sentencia dictada luego del debate oral y publico sustanciado ante el tribunal oral en lo Criminal Federal Nº 3, extremos que luego fueron convalidados por la Cámara Nacional de Casación Penal y por la Corte Suprema de Justicia de La Nación”.
La Fiscalía no puede molestarse, pues, cuando afirmo que se rechaza mi pedido sólo porque va contra “la historia oficial”, el dogma sagrado ritualmente difundido “urbi et orbi”, del cual no se puede siquiera dudar, y menos investigar su autenticidad a pesar de la evidencia de que es falso, sin caer en anatema judicial.
No ofenderé la inteligencia y los conocimientos jurídicos del señor fiscal recordándole que en materia de hechos y su investigación, al menos en sede penal y en esta etapa procesal (aunque también en el juicio como tal), no hay cosa juzgada jamás. Y siempre se puede y se debe volver sobre la investigación e interpretación de los hechos, cada vez que hay un motivo suficiente para ello, o siquiera la menor sospecha. Lo contrario es caer en el más abyecto oscurantismo, y ello en Derecho Penal es una arbitrariedad mayúscula.
Afortunadamente, el TOF3, la Cámara de Casación y la Corte Suprema no establecieron también por decreto que el sol gira alrededor de la tierra, porque en ese caso el señor fiscal ya habría condenado nuevamente a Galileo Galilei a morir en la hoguera de la discriminación por motivos religiosos y/o étnicos.
Por todo lo dicho, solicito que se revea la negativa del señor fiscal y se efectúen las indispensables y sensatas investigaciones mencionadas. Lo solicito, en realidad, sólo por llenar una formalidad, pues no creo que nada en el mundo haga actuar al señor fiscal según la lógica, la razón y el Derecho, mientras deba rendir cuentas de su conducta al American Jewish Committee y a la Corte Suprema de Israel.
El señor fiscal sabe, como todo el mundo, que ésos no perdonan, y menos a los suyos.
Proveer de conformidad SERÁ JUSTICIA.
Claramente, gracias a los Caballos de Troya a los que hemos franqueado el ingreso por ceguera e ignorancia, nuestra afligida Argentina hoy no sólo es una colonia financiera de la usura internacional, sino también una colonia política del sionismo y del propio Estado de Israel.