Un astronauta estadounidense y uno ruso van a pasar un año dentro de la Estación Espacial Internacional (EEI) para estudiar los efectos fisiológicos y psicológicos de una larga estancia en el Espacio, como preparación para futuras misiones a Marte.
Scott Kelly y Mijail Kornienko se reunirán en la plataforma orbital el 27 de marzo a bordo de la nave espacial rusa Soyouz y volverán a Tierra en marzo de 2016.
Será el período ininterrumpido más largo dentro de la EEI después de que la estación recibió a su primer visitante en 2000.
Fuera de la base orbital, la rusa Valeri Poliakov tiene el récord de la mayor estadía en órbita, con más de 14 meses consecutivos a bordo de la estación espacial Mir entre 1994 y 1995.
Ahora, con esta experiencia, Scott Kelly se convertirá en el estadounidense con mayor tiempo continuo en el espacio.
Pero Kelly, de 50 años, y Kornienko, de 54, tienen una larga experiencia de vuelos espaciales. Cada uno ya pasó seis meses dentro de la EEI.
Scott Kelly dice estar preocupado por el efecto de las radiaciones y de la microgravedad, también porque la estadía prolongada afecta el sistema inmunológico, reduce la densidad ósea y atrofia los músculos. La falta de gravedad además afecta la visión.
"Espero que esto no sea demasiado duro y que podamos continuar viviendo y trabajando en el espacio durante períodos más largos", dijo. "Pero no lo sabremos hasta el fin de la experiencia".
Su hermano gemelo, Mark, un astronauta retirado que también realizó varias misiones dentro de la EEI, participará igualmente en el experimento. Practicará exámenes médicos con frecuencia para que el equipo médico pueda comparar los parámetros clínicos con los presentados dentro de la estación orbital.
También se realizarán pruebas genéticas para determinar la forma en que un vuelo prolongado en el espacio puede afectar al organismo, dijo el jueves Julie Robinson, una de las responsables científicas del programa. Colaboración AFP
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