La Web ha multiplicado nuestra capacidad de obtener información, pero también se incrementaron las posibilidades de que dicha información sea falsa. Economía, política, desas- tres naturales, guerras… nada escapa a la manipulación constante del material digital relacionado. Tal vez el origen de un texto sea más complicado de comprobar, pero si te cruzas con una imagen o un vídeo y hay algo que no te cierra del todo, existen diferentes herramientas para establecer su autenticidad.
Atentados «recientes» que jamás sucedieron, inundaciones con imágenes publicadas varios años atrás, zonas de guerra que pertenecen a países diferentes… la lista sigue. ¿Por qué alguien decidedistribuir información falsa? Las razones son muy variadas, y van desde lo sencillo hasta lo muy complejo. Las épocas de elecciones son particularmente ácidas en este aspecto, con candidatos que estimulan y financian a sus ciber-seguidores para atacar vía redes sociales y otros medios alternativos a sus rivales directos. La falta de escrúpulos en la distribución de información falsa obliga al usuario a convertirse en detective, debiendo comprobar el origen de cada imagen y cada vídeo que acompaña a un artículo, un reporte o una acusación. ¿Cómo podemos saber si una historia viral, está llena de bacterias…?
Amnistía Internacional mantiene al servicio YouTube Data Viewer, cuyo objetivo es analizar aspectos de un vídeo como la fecha de carga y las vistas en miniatura. Si estás viendo el vídeo de un bombardeo o un atentado, y la historia no ofrece ningún contexto adicional, DataViewer te ayudará a comprobar que el vídeo sea de ese lugar o evento, y no una copia con un falso título. Al mismo tiempo, las vistas en miniatura se pueden usar de otro modo…
Gracias a la magia del Photoshop y otras herramientas similares, alterar imágenes es más sencillo que nunca, lo que permite brindar sustento a todo tipo de historias falsas. Por suerte, la misma tecnología que ayuda a la proliferación de imágenes falsas también nos permite detectar su mentira gracias a servicios de búsqueda invertida como Google Images y el famoso TinEye. Si una historia «nueva» utiliza fotos alteradas de 2012 tomadas en otro continente, bueno… no queda mucho por agregar.
La calidad de una sesión de Photoshop depende directamente de la habilidad de su usuario, y en manos de maestros, los resultados pueden llegar a ser impresionantes. Sin embargo, el ojo entrenado siempre logrará encontrar algo «extra» si los algoritmos son los adecuados. En septiembre de 2011 hablamos sobre el portal Image Error Level Analyser, y hoy encontramos a FotoForensics, una especie de sucesor espiritual con las mismas capacidades. Interpretar los resultados no es del todo sencillo, pero una vez que sabemos en dónde mirar, pocas cosas logran escaparse. (http://www.neoteo.com/)
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