lunes, 1 de septiembre de 2014

¿La evidencia más antigua de tejido muscular en un animal?

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Reconstrucción artística del H
quadriformis ( Martin Brasier)
Un nuevo e inusual descubrimiento de un fósil de uno de los animales más arcaicos de la Tierra podría también proporcionar la prueba más antigua de tejido muscular, los manojos de células que hacen posible el movimiento en animales.

El fósil, que data de hace 560 millones de años, fue descubierto en Terranova, Canadá. A partir de su simetría de cuatro “pliegues” o “ramas”, otras características morfológicas, y lo que parecen ser algunos de los vestigios más primitivos de tejido muscular, unos investigadores de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, la de Oxford en el mismo país, y la Universidad Conmemorativa de Terranova, lo han interpretado como un animal del filo Cnidaria, el grupo que contiene a animales modernos como corales, anémonas de mar y medusas.

Históricamente, el origen, la evolución y la dispersión de los animales han sido interpretados como partes de un proceso que se inició durante la Explosión del Cámbrico, un período de rápido desarrollo evolutivo que empezó hace 541 millones de años, cuando aparecieron por primera vez los principales grupos de animales en el registro fósil.

Sin embargo, en décadas recientes, los descubrimientos de senderos de huellas conservados en yacimientos paleontológicos, y los hallazgos de evidencias químicas en rocas antiguas, así como comparaciones moleculares, han sugerido indirectamente que los animales podrían tener un origen muy anterior a lo que se ha venido creyendo. El problema es que aunque en la comunidad científica se tiende a aceptar que antes de la Explosión Cámbrica ya había bastantes animales, muy pocos de los fósiles encontrados en las rocas más viejas poseen características que puedan ser usadas para identificarlos de forma concluyente como animales.


El nuevo fósil, llamado Haootia quadriformis, procede del Período Ediacarano (o Ediacárico), un intervalo que se extiende desde hace 635 millones de años hasta hace 541 millones. Se diferencia de cualquier otro fósil ediacárico previamente descrito, ya que está formado por manojos de fibras en una disposición general simétrica cuádruple: un plano corporal que se parece al visto en los cnidarios modernos.

El equipo de Alex Liu, de la Universidad de Cambridge, y Martin D. Brasier, de la Universidad Conmemorativa de Terranova, han determinado que las similitudes entre el Haootia quadriformis y los cnidarios, tanto fósiles como vivos, sugieren que el organismo fue probablemente un cnidario, y que los manojos representan tejido muscular. Esto lo convertiría no solo en un raro ejemplo de animal ediacárico, sino también en uno de los fósiles más antiguos en todo el mundo que muestran señales de músculo. (NCYT)

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