Encontrar obras de arte de civilizaciones perdidas bajo la tierra es un gran desafío para la comunidad arqueológica. Los drones se están utilizando en las labores de localización.
Equipados con sensores de alta tecnología los drones sirven de gran ayuda a los arqueólogos para descubrir restos de sociedades antiguas.
En el desierto de Nuevo México existen vestigios de una antigua sociedad, bautizada Pueblo, que prosperó hace unos 1.000 años.
John Kantner, arqueólogo de la Universidad del Norte de Florida, lleva 20 años estudiando estas tierras en busca de antiguas estructuras religiosas que quedaron enterradas hace siglos, los kivas, tal y como recoge The Atlantic.
Aunque en sus dos décadas de trabajo Kantner y su equipo han descubierto algunas kivas el trabajo de localización de estructuras subterráneas a pie es difícil y lleva tiempo. Como muchos otros arqueólogos, Kantner ha decidido utilizar una tecnología que está revolucionando su campo: los drones.
El equipo ha utilizado una serie de vehículos aéreos no tripulados para sobrevolar el desierto y tomar instantáneas de los puntos de calor que se detectan bajo la tierra y que proporcionan una huella de dónde hay estructuras enterradas y dónde hay que llevar a cabo las excavaciones.
Los drones también pueden ofrecer nuevas oportunidades de investigación combinándose con sistemas de imagen láser como LiDAR, que crean mapas de alta resolución y pueden revelar estructuras ocultas que de otra manera son imposibles de detectar.
El equipo de arqueólogos de Kantner planea ahora viajar al Amazonas para lanzar drones durante los meses secos, de septiembre a octubre, y descubrir en la selva indicadores de viviendas de antiguas poblaciones. (www.siliconnews.es/)
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