Europa lanzó la noche del viernes al sábado dos nuevos satélites del programa Galileo, siete meses después del revés que sufrió por no colocar en la órbita adecuada otros dos, retrasando este ambicioso programa que pretende competir con el GPS estadounidense.
"Estoy encantado (...) de decirles que Adam y Anastasia están en la órbita que debían estar", declaró el presidente de Arianespace, la empresa encargada de organizar el lanzamiento. "Es por tanto un éxito total", sostuvo.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), los dos satélites llegaron a la órbita prevista, situada a una altura de 23.500 km, "tres horas y 48 minutos después de su lanzamiento".
Un cohete ruso Soyuz que llevaba el séptimo (Sat-7) y octavo (Sat-8) satélites de esta "constelación", que contará con 30, salió de la Guyana francesa a las 21:46 GMT.
Tras el despegue del Centro Espacial Guyanés (CSG), el vuelo de los tres módulos inferiores del Soyuz duró nueve minutos. Fregat, el cuarto módulo, se separó del resto del cohete y encendió su motor, llevándose consigo los dos satélites fabricados por la empresa alemana OHB.
"Este lanzamiento marca la reanudación del despliegue de la constelación Galileo", dijo el director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, citado en un comunicado.
"Hemos superado una etapa más para dotar a Europa de un sistema mundial de navegación por satélite", destacó en un comunicado la comisaria europea de Industria, Elzbieta Bienkowska.
Galileo, que fue decidido a principios de los años 2000, pretende que Europa deje de utilizar el GPS (Global Positioning System) estadounidense. Pero con el tiempo, el programa ha ido acumulando retrasos por diferentes razones y los costes se han disparado.
El sistema estadounidense, más antiguo, tiene una precisión de tres a ocho metros mientras que la del europeo será de un metro.
Colaboración AFP
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