Como emprendimiento social que es, el Proyecto Suli busca llevar esta especie de “luz portátil” a aquellas zonas donde el acceso a la energía eléctrica es una quimera.
Iluminar el patio, montar en bicicleta por la noche o ir de camping son solo tres posibles usos de Suli, un emprendimiento chileno que permite generar una luz visible a 50 metros y que dura más de 48 horas.
Se trata de una lámpara portátil, cien por cien sustentable, transformable a través del tiempo, que cabe en la mano y que busca democratizar el acceso a las energías renovables. Este emprendimiento social tiene su origen el año 2013, cuando la arquitecta Ximena Muñoz y la diseñadora Macarena Pola desarrollaron un producto anterior basado en dicho tipo de energía.
Este proyecto fue la antesala de Suli, concebido como un producto flexible y amoldable, capaz de tener más de un uso. Por eso, dicen sus creadores, se trata de algo que va más allá de una linterna. “Módulo solar”, es el término que mejor le queda, aseguran.
Como emprendimiento social que es, el Proyecto Suli busca llevar esta especie de “sol portátil” a aquellas zonas donde el acceso a la energía eléctrica es una quimera. Cristián O’ryan, parte del equipo de Suli y también del equipo de proyectos en Fundación Desafío Levantemos Chile, cuenta a Innovación.cl que Suli se enmarca dentro de un contexto global, caracterizado por la enorme carencia de luz, de la cual, se estima cerca de 1.500 millones de personas en el mundo no tienen.
“Queremos aportar, en Chile y también fuera de nuestras fronteras a la gente que no tiene la posibilidad de tener luz –continúa-. Se trata de un drama social gigantesco, que se agrava por las soluciones alternativas que hay, como las velas y las lámparas de keroseno, que además de contaminantes, son en extremo peligrosas”.
Luz en Haití
El proyecto tiene un claro componente solidario. Se trata de una empresa social chilena dedicada a proveer soluciones integrales y sustentables a través de la luz solar, no sólo en sectores vulnerables, sino también para quienes desconocen las nuevas formas de usar la energía solar. Para ello, cuentan con este producto, cuyo primer gran paso será dotar de iluminación a la comunidad de Boutin, en Haití, una red urbana que carece de algunos servicios básicos como suministro eléctrico.
Se trata de un trabajo mancomunado con América Solidaria, que está asociado a una campaña de crowdfounding en IndieGoGo, denominada 1+1, en la que, por cada unidad que se adquiera, automáticamente irá otra a la zona que se busca ayudar. El objetivo es construir un lote de 500 lámparas para enviarse a Haiti, permitiendo a los interesados comprar a través del sitio web oficial cada unidad de uso personal o donarla directamente a la causa. Explica Cristián O’ryan que, de ir todo bien en esta iniciativa solidaria, el siguiente paso será apoyar a las escuelas de esta área. “Y después, ojalá, apoyar en los hogares de esta zona”.
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