Las bacterias que oxidan el nitrito son actores clave en el ciclo natural del nitrógeno en la Tierra, y en tecnologías con diversas aplicaciones prácticas. El nitrógeno, un elemento químico esencial para la vida, es transformado en sus distintas formas químicas en los numerosos pasos del ciclo global del nitrógeno. Las bacterias que oxidan el nitrito son importantes en este ciclo porque convierten a este tóxico compuesto en nitrato, que es menos dañino. El nitrato formado como consecuencia de esa oxidación es un sustrato para otros procesos microbianos importantes y una fuente de nitrógeno para muchas plantas.
Los oxidantes de nitrito ambientalmente más extendidos pertenecen al género Nitrospira. Estas bacterias se encuentran en los hábitats más diferentes, tales como el suelo, los ríos, los lagos, los mares e incluso en manantiales de aguas termales. Además, las Nitrospira son las principales bacterias que oxidan el nitrito en las depuradoras de aguas residuales.
Desde la descripción de las primeras bacterias que oxidan el nitrito en el siglo XIX, los científicos han venido asumiendo que la supervivencia de estos microorganismos debe depender del nitrito como fuente de energía. Por tanto, la presencia de tales bacterias en el medio ambiente y en instalaciones de tratamiento de aguas residuales ha sido habitualmente asociada con el ciclo del nitrógeno.
Ahora, el equipo internacional de Holger Daims y Hanna Koch, de la Universidad de Viena en Austria, ha mostrado que estas bacterias pueden usar hidrógeno como fuente alternativa de energía. La oxidación del hidrógeno con oxígeno permite su crecimiento independientemente del nitrito y un estilo de vida ajeno al ciclo del nitrógeno. La oxidación del hidrógeno permite a las bacterias Nitrospira colonizar hábitats inesperados para la ciencia tradicional. (NCYT)
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